Un residente de Nueva York, Estados Unidos, dio positivo a poliomielitis, informó el departamento de Salud local. Se trata del primer caso registrado en Estados Unidos desde 2013.
En un comunicado, recordaron que la vacuna contra la poliomielitis sigue estando incluida en el programa estándar de vacunación infantil y recomendaron la inoculación para las personas que aún no se han vacunado. Y aconsejaron un refuerzo para aquellos que corren riesgo de exposición.
A su vez, indicaron estar trabajando para notificar al público y a las sedes de atención médica para poder asegurar la disposición de esta vacuna, con el fin de proteger la salud y el bienestar de los residentes.
En este sentido, indicaron que este viernes el condado de Rockland, donde vive la persona que dio positivo, realizará una campaña de vacunación contra la poliomielitis en el Sanatorio Road en Pomona, evento que se repetirá el lunes 25 de julio en el mismo lugar.
"Cuando era niño, esta enfermedad infundió miedo en las familias, incluida la mía. Haga lo correcto para su hijo y el bien de su comunidad y vacune a su hijo ahora", recordó el ejecutivo del condado, Ed Day.
La vacuna contra la poliomielitis se introdujo en 1995. A partir de una campaña de vacunación, los casos se redujeron drásticamente a principios de 1960. En 2013, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) del Gobierno detectaron el último caso.
¿Qué es la poliomielitis?
La poliomielitis es una enfermedad viral que puede afectar el sistema nervioso y causar debilidad muscular, indica el comunicado. Agrega que el virus de la poliomielitis ingresa al cuerpo a través de la boca, “generalmente de las manos contaminadas con materia fecal de una persona infectada”. Y agrega que “puede ocurrir transmisión respiratoria y de boca a boca, a través de la saliva".
Los síntomas pueden ser leves y similares a los de la gripe: fatiga, fiebre, dolor de cabeza, rigidez, dolor muscular y vómitos. Y pueden tardar hasta 30 días en aparecer, tiempo durante el cual una persona infectada puede transmitir el virus a otras personas. En algunos casos, la enfermedad puede provocar parálisis o muerte.