El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) de Brasil, el juez Edson Fachin, dio cinco días al presidente Jair Bolsonaro para que responda por los ataques que realizó sobre el sistema electoral y las urnas electrónicas en una reunión con embajadores extranjeros que tuvo lugar el lunes.

Fachin solicitó esos esclarecimientos ante una demanda de los opositores Partido Democrático Laborista (PDL) y Partido de los Trabajadores (PT), en la que acusan a Bolsonaro de varios delitos, entre ellos los de "propaganda electoral anticipada, abuso de poder y crímenes contra el Estado democrático".

En la demanda, el PDL y PT también solicitan a Facebook e Instagram que eliminen de sus plataformas los videos en los que se ve al mandatario atacar la seguridad del sistema de votación.

El PDL además reclama al TSE que multe al "máximo nivel" a estas dos redes sociales mientras las imágenes se puedan ver, así como a Bolsonaro y su Partido Liberal por la difusión de noticias falsas.

Durante la reunión con los diplomáticos, el mandatario insistió en el que el sistema actual es "completamente vulnerable". Bolsonaro hizo alusión a las elecciones de 2018 que, debido a supuestos hackeos, "no fueron totalmente transparentes". Sin embargo, personas allí presentes, citadas por el diario O Globo, coincidieron en señalar que el presidente no presentó ninguna prueba sobre sus teorías conspirativas.

Fachin rechazó las denuncias realizadas por Bolsonaro y aseguró que no hay posibilidad de fraude ni manipulación de votos en las próximas elecciones. "Es hora de decir basta a la desinformación. Es hora también de decir no al populismo autoritario que pone en jaque la conquista de la Constitución de 1988", aseguró el juez al portal G1.

Transparencia del sistema electoral

Bolsonaro ha expresado en repetidas ocasiones sus dudas sobre el mecanismo con el que fue elegido para el cargo, afirmando que las urnas electrónicas no son auditables -aunque lo son- y defendiendo la aplicación del voto impreso, considerado un retroceso por parte de la Justicia Electoral.

"Por el amor de Dios, nadie está realizando actos antidemocráticos", dijo Bolsonaro recientemente. "Una elección limpia, transparente y segura es una cuestión de seguridad nacional. Nadie quiere tener dudas cuando las elecciones hayan terminado", añadió.

La falta de fiabilidad de las elecciones puede llevarlo a cuestionar el resultado, advirtió Bolsonaro. "Ha surgido una nueva clase de tramposos que quieren robar nuestra libertad", dijo durante un evento el mes pasado. "Iremos a la guerra si es necesario", añadió.

En la misma línea, el hijo mayor del presidente, el senador Flávio Bolsonaro, advirtió la semana pasada que el gobierno no puede ser responsabilizado si el resultado de las elecciones genera una reacción violenta por parte de los seguidores del presidente.