Jugar, cantar y bailar. Así de simple, la propuesta de Pim Pau tiene tres bases: “la palabra es juego, la música es juguete y el cuerpo es instrumento”. Lejos de las estridencias sonoras y visuales que adormecen los sentidos, convidan a disfrutar un momento compartido. Mañana, a las 16, Pim Pau hará un único show de la Fiesta Tucumpá en Rosario, en el Auditorio Fundación (Mitre 754). “Siempre, inclusive en la vida adulta, cuando uno se encuentra en una instancia de juego, de disfrute, de placer, tiene otra percepción del tiempo, de la vida, y ahí uno se da cuenta de lo poderosos que son esos momentos de entrega”, dice Lucho Milocco, que integra Pim Pau junto a Cassio Carvalho, Eva Harvez. Este proyecto argentino/ brasilero de arte, música y educación para niños y adultos se convirtió en una revelación por su propuesta, que pone al juego como eje central de sus actividades.

Milocco asegura que la sólo se trata de “hacer música, jugar y con eso convidar a les niñes y a toda la familia, que sea un momento de placer compartido”. ¿Por qué para toda la familia? “Lo que pasa es que en la adultez empiezan a desaparecer los espacios de juego, inclusive empieza a ser un privilegio darse la posibilidad de tener instancias de disfrute, porque está todo muy tomado por lo laboral, por las exigencias institucionales, económicas, entonces, empieza a ver poco espacio para el encuentro, para el placer”, lamenta Milocco y por eso consideran importante que “la invitación sea a compartir, justamente porque para una niña, un niño, un niñe, estar con su familia, y ver que esa entrega es total y colectiva, es transformador también”. El planteo no es “llevar” a les niñes a un espectáculo, sino comprometerse en la experiencia.

Pim Pau se planteó, desde el principio, trabajar con lo ancestral: “con el cuerpo, con los lenguajes corporales y con el ritmo, que es lo que ha reunido a la humanidad, a las comunidades, en sus inicios, a través de los rituales, los ritmos, y del cuerpo como un generador de esos lenguajes danzando, jugando, encontrándose con los demás”.

El grupo considera que ese aspecto es “fundamental” y está “muy presente a la hora de pensar las composiciones”. La mascota, Umacapiruá, Tucumpá, Los opuestos, Viajando en tren y Adivinador, son algunas de las canciones que se podrán escuchar, bailar, jugar y vivir, con la presencia de toda la banda que acompaña al trío.

 

“A la hora de pensar la música, buscamos que convoque y no que hipnotice, que no sea una cuestión que adormece porque tiene sonidos o imágenes muy estridentes. Es decir, buscamos que no sea hipnotizante en su estridencia, sino desaturar y que lo que convoque sea el cuerpo, el juego, la sutileza de la música y lo que termina pasando es que el adulto no se siente apabullado por ese concepto mercantilizado de la música infantil”, subraya Milocco.