El grupo armado organizado narcoparamilitar de Colombia, Clan del Golfo, planteó este jueves al presidente electo, Gustavo Petro, la posibilidad de dialogar y cesar el fuego.

“Nosotros no podemos ser indiferentes al clamor del pueblo colombiano y al pensamiento de su presidente electo democráticamente, para, entre muchas cosas, la tan anhelada ‘paz con justicia social’. En virtud a esto, proponemos a ustedes, y al pueblo colombiano, ser parte activa de este proyecto; estamos dispuestos a dialogar y reconciliarnos con el objetivo de parar la violencia cíclica que algunos de nosotros controlamos, más no la que controla el Estado que maneja sus propios intereses”, indicó el grupo armado en un comunicado al que accedió el medio local Semana.

A continuación, la organización enfatizó que está dispuesta a coordinar el cese del fuego contra la institucionalidad a partir del 7 de agosto, fecha en la que Petro asumirá la presidencia. En la misma línea, agregó que está dispuesto a “desarmarse en el momento indicado, a pedir perdón, aportar verdad total e integral, a reparar y no repetir actos criminales, a cumplir con los fines de la justicia restaurativa, a unirse con las instituciones para proteger al medio ambiente contra las prácticas ilegales y a construir un futuro mejor para las nuevas generaciones”.

Asimismo, subrayó que a partir de estos “compromisos de corazón” se espera que haya una reconciliación entre el pueblo y los representantes del Estado. No obstante, aclaró que para esto, “nadie debería llegar a la cárcel”.

“Está comprobado que es una 'universidad del crimen' que no cumple con los fines de la resocialización. Creemos que a partir de este compromiso, Colombia y nosotros nos merecemos una segunda oportunidad que incluya a compatriotas presos en el exterior que tengan el compromiso honesto y real de esclarecer la verdad de los hechos ocurridos en nuestro país, que los colombianos y el mundo entero tiene el derecho de conocer”, indicó.

Por otro lado, el Clan del Golfo invitó a otras organizaciones armadas, que aún no se integraron a esta propuesta y que quieran ser parte, a que “se unan al clamor por medio de una manifestación sincera y real del cese al fuego”. Solicitó, además, tener las mismas garantías que otros miembros de grupos armados al margen de la ley, para “reemprender un nuevo camino de la mano de la sociedad y del pueblo”.

“Hemos aprendido la lección de que hoy en día por las armas no se llega al poder. A este se debe llegar de manera democrática, así como lo hizo el señor presidente Gustavo Petro Urrego”, afirmó la organización y prosiguió: “le decimos al país que estamos dispuestos a emprender este mismo camino”.

Entre otras cosas, confesó que haber estado en la ilegalidad fue una cuestión de “necesidad y falta de oportunidades” por parte de los gobiernos anteriores en los que “nunca hubo una verdadera democracia, una verdadera justicia, ni tampoco un verdadero derecho para los excluidos y marginados de la sociedad” hasta que “por fin llegó a la dirección un hombre y su equipo que los tiene en cuenta”.

“Para nadie es un secreto que la peor mafia ha sido la de los políticos corruptos”, aseveró y continuó: “todos sabemos que la narco-economía ha sido fundamental para alimentar todo el dolor que ha padecido este pueblo nuestro”.

Por consiguiente, lamentó: “duele decirlo, pero para nosotros, los hasta hoy excluidos, el Estado colombiano no es un verdadero Estado porque viola la dignidad y los derechos humanos del pueblo”. En cuanto a esto, agregó que el Estado no le ha dado oportunidades a los jóvenes para una vida mejor, ni un empleo formal y digno.

“El Estado no ha dado oportunidad a nuestros jóvenes y, en cambio, les castra sus sueños y anhelos de una vida mejor, dejándolos indefensos a merced de los grupos armados”, culpó.

Finalmente, enfatizó que desea “aportar todo su esfuerzo” para que la situación cambie y no se continúe “heredando un espiral de violencia” para las generaciones futuras.

Grupos armados en Colombia

Actualmente, 22 estructuras criminales actúan en al menos 27 departamentos, pero la principal es la Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC), también conocida como el Clan del Golfo. Además de tener entre 1.600 y 1.700 miembros, ocupan el 80% del total de municipios colombianos, según el Instituto de estudios para el desarrollo y la paz.

El Clan del Golfo ha estado en el centro de la discusión en los comicios electorales por la extradición de uno de sus líderes a Estados Unidos, Dairo Antonio Úsuga, alias "Otoniel” quien era requerido por cargos de narcotráfico.

Asimismo, se lo vinculó a la campaña de Petro tras la divulgación de un audio en el que, supuestamente, la madre de uno de los herederos del líder del Clan, Wilmer Antonio Giraldo, alias Siopas, hablaba sobre cómo este habría mandado a una persona a registrar la cédula y votar por Petro.