En medio de una corrida cambiaria que llevó al dólar paralelo y a los financieros a niveles históricos y trastocó casi todas las variables económicas, el Gobierno salió a exhibir medidas aisladas y técnicas para un problema que tiene un componente más político que numérico. En una situación de debilidad autoinfligida, el Ejecutivo que conduce Alberto Fernández decidió, luego de una reunión del Gabinete Económico, dos medidas: darles a los turistas extranjeros la posibilidad de liquidar hasta 5000 dólares al valor de los dólares paralelos; y, a la vez, flexibilizar y dar curso a importaciones de insumos para la producción industrial que estaban frenados. A esas cuestiones de fondo les sumó que el Banco Central (BCRA) pondrá limites a la tenencia de Certificados de Depósito Argentino (Cedears) por parte de las empresas que buscan esa herramienta para acceder al mercado oficial de cambios. Con este último punto se busca frenar la avanzado de dólares financieros como el Contado con Liquidación.
Concretamente, las dos medidas de fondo son las siguientes: los turistas podrán vender divisas en entidades autorizadas a operar en el mercado de cambio, con la presentación de la documentación identificatoria utilizada para el ingreso al país, con un monto máximo permitido de 5000 dólares. Es decir, cobrarán en pesos al dólar MEP, hoy más cercano al Blue, lo que antes conseguían al oficial. Con un problema, el paralelo es más caro y, ergo, más conveniente que el MEP (hoy en 321,5 pesos). Además, la operatoria no se hará digital sino en billetes físicos, lo que adelanta que el sistema será al menos de dificil capitalización para el Gobierno.
Por otra parte, y según se disparó desde la comunicación oficial tras la reunión del Gabinete Económico, se decidieron también "acciones tendientes a mejorar las condiciones de acceso al mercado de cambios para el pago de importaciones de insumos para sectores estratégicos y así garantizar la continuidad de distintos procesos productivos". La referencia tiene que ver con el Banco Central permitirá el pago de insumos en tránsito, que fueron embarcados en origen, hasta el 27 de junio de 2022, y habían arribado al país con SIMI (Sistema Integral de Monitoreo de Importaciones) vigentes hasta dicha fecha. Este era un reclamo de sectores productivos, sobre todo de los alimentos y consumo masivo, que es un sector de cuidado para que se mantengan los stocks, cuando el abastecimiento en góndolas ya es un problema y el Gobierno no puede dejar eso librado a la suerte.
La reunión de ayer del gabinete fue la primera en tres meses, y participaron de ella SilvinaBatakis, el ministro de Trabajo, Claudio Moroni; la secretaria Legal y Técnica de la Presidencia, Vilma Ibarra; el presidente del Banco Central, Miguel Pesce; y la titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos, Mercedes Marcó del Pont. Además del presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker; el titular de la Comisión Nacional de Valores, Sebastián Negri; y la jefa de gabinete del Ministerio de Desarrollo Productivo, Camila Cabral. Batakis estuvo acompañada en la reunión por la secretaria de Política Económica, Karina Angeletti; el secretario de Finanzas, Eduardo Setti; y el secretario Legal Administrativo, José Ballesteros.
A simple vista, y más allá de que en el Gobierno especulan con que habrá más decisiones en los próximos días, ninguna de las dos medidas anunciadas parecen tener nada que ver con estabilizar la plaza. O al menos generar un shock inmediato. Fuentes oficiales las vinculan a sostener la actividad. La comunicación de las mismas se oficializó vía mensajes de Whatsapp un rato después de que Batakis, concluyera el encuentro con ministros y titulares de organismos en Hacienda. Mientras el mitín se desarrollaba y luego de que el Gobierno adelantara que se venían medidas económicas, el dólar blue saltó hasta 20 pesos y se posicionó en 336 pesos. Un valor de pánico no por las condiciones generales de Argentina, sino porque desde que renunció el ex ministro Martín Guzmán, el Frente de Todos no logró ordenarse políticamente. Tampoco sirvieron, a esta altura, los anuncios pro mercado de Batakis en su primera conferencia de prensa. O la reformulación de un funcionamiento de Gabinete Económico luego de una monarquía de Hacienda bajo las órdenes de Guzmán.
Horas antes del anuncio, Batakis charló una vez más con el Presidente, que ya sabía de las medidas tras la reunión de una hora que ambos mantuvieron el miércoles en la Casa Rosada. El mandatario le habló de lo importante que era la bilateral con Joe Biden, presidente de los Estados Unidos diagnosticado con COVID hace unas horas. Fernández confiaba en un respaldo internacional en la crisis y les prometió a varios ministros que de allí vendrían cosas positivas.
En este escenario, en el Gobierno hay diferentes posturas y muchas quejas porque no se logra enderezar el rumbo. "En esta somos responsables todos y ahora no aparece nadie", dijo un ministro importante a Página I12. Es de los que aseguran que una muestra de unidad, en fotos o de otra manera, del Presidente, la vice Cristina Fernández y el titular de Diputados, Sergio Massa, sería la herramienta más confiable para tranquilizar los ánimos. El pedido, de máxima y complejo a esta altura, grafica que la salida parece ser política.