El 70 por ciento del empleo en el sector de servicios y de salud, en el conurbano bonaerense, está representado por mujeres. Declarado esencial en el contexto de pandemia, sigue tratándose sin embargo de trabajadoras que en situaciones normales enfrentan condiciones preocupantes: la sobrecarga laboral, el pluriempleo, las deficiencias en infraestructura e insumos y los bajos salarios, especialmente en profesiones como la enfermería o los cuidados terapéuticos, describe el informe "Recrudecen las desigualdades económicas de género en el conurbano bonaerense en el escenario pos-Covid-19", de la economista Erika Márquez, de la Universidad de General Sarmiento (UNGS) e integrante del Espacio de Economía Feminista de la Sociedad de Economía Crítica (SEC).
Centrado en uno de los territorios “donde más se deterioraron los indicadores laborales y aumentaron más fuertemente los índices de pobreza e indigencia de los hogares”, el estudio subraya la construcción y el servicio doméstico como dos de las actividades económicas que presentan los mayores niveles de informalidad laboral, en las cuales se insertan la mayoría de trabajadores y trabajadoras de los sectores populares, permeadas por la división sexual del trabajo y entre las más afectadas por la crisis sanitaria y económica.
Las desigualdades se agravan al hablar de las mujeres, por encontrarse atravesadas por diferenciadores multidimensionales como la clase, el territorio, el género y el ambiente, “sin mencionar la gran vulnerabilidad que sufre la comunidad LGTBQ en el conurbano bonaerense”. En este punto, "resulta apremiante y necesario el diseño de políticas que puedan contemplar estas diferentes dimensiones de la desigualdad y que puedan tener un mayor impacto en la región”.