El dólar ilegal se disparó nuevamente este jueves y alcanzó un nuevo máximo histórico a 337 pesos. La tendencia viene al alza acompañada por la expectativa del mercado a la espera de nuevo anuncios económicos, que se materializaron este mediodía. Las medidas apuntan a los dólares que traen los turistas extranjeros y a facilitar importación de insumos que hayan sido embarcados antes del 27 de junio. PáginaI12 consultó a economistas para analizar la situación actual.
Hay dos palabras que predominan en los análisis de las dos medidas anunciadas por el gobierno: insuficiencia y descoordinación. En términos generales, "yo veo que dejamos de hablar de la crisis política y empezamos a hablar de la crisis económica, como que hubo un enroque ahí o una `oportunidad que vio el mercado para usar la debilidad política a su favor con el cambio de ministro de Economía. Los fundamentals macro no cambiaron mucho de mayo hasta ahora, lo que hay es una especulación con la debilidad política que ahora se retroalimenta", asegura la economista de Paridad en la Macro Mara Pedrazzoli.
Y continúa: "En el corto plazo, el indicador de la inflación había mejorado. En el mediano plazo la perspectiva era más sombría: el mundo no ayuda, el crecimiento se va a ralentizar, la inflación se comerá los ingresos porque mucha de esta inflación va a ser por la suba del dólar de ahora y, lo más importante, que el Central no tiene reservas: como ocurrió en 2020, cuando empezamos a contar con los dedos de la mano las reservas no hay manera de frenar una corrida cambiaria.
Por medida
Una de las medidas anunciadas es el incentivo para que los turistas cambien los dólares en el mercado oficia para aliviar o contener el paralelo y limitar la circulación de billetes en el mercado ilegal. Los turistas no residentes podrán vender divisas al valor de referencia del dólar en el mercado financiero por un monto máximo de 5.000 dólares (o su equivalente en otras monedas) mensuales, en las entidades reguladas por el Banco Central de la República Argentina autorizadas a operar en el mercado de cambios.
"Esta medida puede traer algo de oferta de dólares, pero es muy poquito", explica el director de la consultora Sarandí Sergio Chouza y agrega: "No veo que incline la balanza porque el principal problema está sobre la demanda de dólares para turismo y otros pagos con tarjeta en el exterior, que es muy significativa a un precio subsidiado con respecto al resto de los dolares. Si no trabajas desincentivando la demanda de dolares oficiales para pago de turismo, tarjetas y otro tipo de aplicaciones este estimulo a la oferta es poco operativo. Esta bien y es mejor que nada, pero es insuficiente".
Lo que resalta Chouza es que el verdadero problema es el funcionamiento del mercado de cambios: "Funciona mal y estás medidas significa poner parches sobre parches. Se necesitan tomar decisiones de fondo para resolver este tema y se dilatan porque no son sencillas y pueden tener alguna consecuencia negativa", y recomienda no unificar de golpe el tipo de cambio, "sería demasiado abrupto", sino formalizar y ordenar el desdoblamiento que hay hoy.
La segunda medida anunciada fue la de facilitar pagos de importaciones de insumos que hayan sido embarcados hasta el 27 de junio de este año cuando se puso la medida de restricción de acceso al financiamiento de importaciones. Era un reclamo de empresas que declaraban haber hecho compras ya embarcadas bajo otras condiciones, antes de que el BCRA resuelva estirar los plazos para otorgar dólares para pagar importaciones.
"Partiendo de la base de la escasez de dolares, lo que tiene que hacer el gobierno es administrar esto de la forma menos disruptiva posible. Si va a pasar por las condiciones que imponga el mercado eso no va a ser algo muy organizado", asegura el economista jefe del Ceso Nicolas Pertierra.
Sobre la posibilidad de extender las licencias no automáticas , Pertierra es determinante: "Va a caer la actividad para que caigan las importaciones pero no hay mucha vuelta que darle, y hay que tratar de que sea lo mas selectivo posible: que afecte lo menos posible al nivel de empleo y de actividad". Y agrega: "Hay que reorientar el gasto público a actividades que no demanden dolares, como en la construcción por ejemplo.", asegura.