La corrida cambiaria, disparada con origen especulativo y objetivo devaluatorio, aceleró a fondo. Por segunda jornada consecutiva, el dólar blue y el contado con liqui, dos referencias del ataque especulativo contra el gobierno, pegaron saltos del orden de los 15 a 20 pesos en la jornada, y acumulan subas cercanas a los 100 pesos en lo que va de julio. La cotización en el mercado ilegal (cuevas financieras y ventas callejeras) alcanzó a 337 pesos, y en el contado con liqui (vía compraventa bursátil de activos que cotizan en dólares y en pesos) cerró en 334,16, después de haber alcanzado los 341 pesos pasado el mediodía. Fuentes oficiales desmintieron que se haya evaluado conceder un cambio diferencial para promover las liquidaciones de las exportaciones del agro.
El Banco Central anunció medidas que mejoran la paridad cambiaria que se le pagará a turistas extranjeros por los dólares que liquiden en entidades autorizadas e impuso restricciones a las empresas que operan a través de títulos extranjeros en el contado con liqui (ver nota aparte). Analistas económicos y operadores financieros coincidieron en que estas medidas no despejan el horizonte de incertidumbre vigente y, por lo tanto, no detendrán la corrida. Otros observadores, entre ellos un extitular del Banco Central, consideraron que esta crisis tiene carácter político y que solamente a partir de un acuerdo de ordenamiento político entre los sectores del oficialismo podría empezar a revertirse. "Esta brecha (el blue se ubica 160% por encima del dólar oficial) no se justifica si se ordena lo político y se hace un plan integral", señalan.
La reunión del gabinete económico programada para la mañana de este jueves, anunciada el día anterior, y el anuncio de que se iban a dar a conocer medidas económicas, había generado expectativas sobre la respuesta que el gobierno lanzaría para responder al ataque especulativo en los mercados cambiarios y bursátiles, y a la vez el correlato que ello empezaba a reflejar en un nuevo escalonamiento en la inflación. Pero los anuncios, resumidos en tres medidas del Banco Central que se dieron a conocer poco después del mediodía, quedaron muy por debajo de las expectativas.
El tipo de cambio diferencial para los turistas extranjeros, la habilitación de la compra de dólares en el mercado oficial para importadores de insumos con mercadería en tránsito al 27 de junio y las restricciones a las empresas tenedoras de Cedear para comprar dólares en el mercado oficial, no llegaron a modificar las condiciones en que se desarrolla la corrida. Apenas podría esperarse que la última medida restrinja en parte las operaciones que se tramitan a través del "contado con liqui".
"No hay margen para el internismo ni para seguir con medidas aisladas; es imprescindible un acuerdo político y concentrarse 100 por ciento en la gestión para implementar un programa económico integral y consistente, que ataque de raíz la inflación y baje significativamente la brecha cambiaria", señaló en su cuenta de twitter Alejandro Vanoli, último presidente del Banco Central en la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner.
Ese tuit expuso lo que otros analistas, consultados por Página/12, también señalaron: la raíz del conflicto es de orden político, por una sensación de desconfianza en la fortaleza del gobierno para poder hacer frente al ataque especulativo. Al igual que Vanoli, otros destacados referentes tanto de la investigación económica como de importantes núcleos empresarios, apuntaron en off que sólo mostrando unidad de criterio entre sus principales dirigentes (el presidente y su vice), el gobierno estaría en condiciones de ofrecer una salida a la actual situación.
Por otra parte, una fuente oficial desmintió que el gobierno tuviera bajo análisis la implementación de un tipo de cambio diferencial para el agro, de manera temporal, para lograr que los productores de soja vendan la producción que mantienen retenida a la espera de una devaluación. Se estima que el volumen de cosecha retenido en silobolsas alcanzaría a 28 millones de toneladas, que a precio de exportación representa casi 14 mil millones de dólares.
"Es un gran disparate lo del dólar para el agro, no hay nada de eso. Es parte de una especulación tendiente a forzar el mercado de cambio restringiendo la oferta de divisas. No se evalúa ninguna medida que implique mejorar ese tipo de cambio para el agro", aseguró la fuente oficial consultada.
Desde el sector privado, en tanto, sugieren que hubo propuestas en tal sentido pero no llegó a haber negociaciones con el gobierno sobre esa medida. "Las propuestas que se hicieron siempre fueron a título personal de algún funcionario, queriendo saber la reacción que tendrían los grandes exportadores ante una medida de esa naturaleza, pero nunca en nombre del gobierno ni mucho menos como una propuesta consensuada entre el presidente Alberto Fernández y su vicepresidenta, porque únicamente así podía tener sentido analizar esa u otra alternativa".
La perspectiva es que las tensiones cambiarias no se despejarán sin un ordenamiento político en el frente oficial que permitiera dar un respaldo sin fisuras a un plan de salida al actual estado de corrida y presión inflacionaria. "Esta brecha no se justifica si se ordena lo político y se hace un plan integral", agregó Vanoli al ser consultado por este diario. "La gente tiene que ver esto, que hay un sentido, una coherencia para salir de esta agonía. En 2014 bajamos del 95 a 40% la brecha cambiaria en dos meses, con estímulos al ahorro en pesos, reforzando reservas y mejorando los controles financieros. Creo que hoy hacen falta medidas integrales y no a medias, ir a fondo, estimulando el ahorro en pesos, previndiendo las prácticas fraudulentas y sancionándolas. Así, como ahora, no se puede seguir", completó.