Durante todo este fin de semana el pueblo de Cachi estará de festejos por los 50 años del Museo Arqueológico local, denominado Pío Pablo Díaz, en homenaje a su primer director y fundador.
El museo se creó el 14 de julio de 1972, por el decreto provincial N° 5.300, sobre la base de las colecciones arqueológicas donadas por el propio Díaz, con la misión de desarrollar la investigación, la conservación y la divulgación de las piezas presentes.
La dirección actual del Museo indicó que esas colecciones son altamente representativas para la interpretación de la historia del Noroeste Argentino, ya que corresponde al sector septentrional del Valle Calchaquí. En ese sentido, destacan que con las exhibiciones se posibilita la interpretación de la historia prehispánica, que abarca aproximadamente 10.000 años de antigüedad, a partir de los períodos de cazadores y recolectores, formativo, desarrollos regionales, Inca e Hispano Indígena.
En conversación con Salta/12 su actual director, Diego Sberna, subrayó que la importancia del Museo radica en la posibilidad de mostrar una parte de la historia argentina. Aseguró que se trata del "testimonio de ese paisaje cultural que caracteriza a los Valles Calchaquíes", dado que las piezas presentes en sus instalaciones fueron colocadas después de un proceso de rescate arqueológico.
"Es lo lindo de nuestro Museo porque se termina apreciando las cosas de nuestra zona", en contraposición a determinados museos -mayormente internacionales-, "donde muchas de las piezas son obtenidas del tráfico ilícito de bienes culturales", destacó Sberna. En ese sentido, sostuvo que la presencia de la institución en el pueblo permite reflejar la historia, con el propósito actual de trabajar en la difusión de lo que contiene.
En este sentido, ratificó que los elementos que se exponen en el Museo fueron obtenidos después de hacer un rescate arqueológico, en común acuerdo con las comunidades indígenas del lugar. Explicó que lo primero que se hace ante un "rescate" es una evaluación de lo que fue hallado; luego "se empieza a oficiar de manera sistemática un trabajo" para determinar si es preciso sacar la pieza de su contexto.
El director aseguró que la prioridad es "mantener la conservación in situ", es decir, que lo hallado se quede en su sitio arqueológico, ya que sacar la pieza de su lugar, sólo representa el 20% de la información. "Sacar los materiales descontextualiza" lo hallado, indicó, y por eso consideró "lamentable que tengamos que rescatar las piezas (de sus lugares) porque estamos perdiendo esa información".
Sin embargo, dijo que otra otra razón para sacar las piezas y llevarlas al museo es que suelen ser saqueadas. En esa línea dijo que "si se puede dejarlas como fueron encontradas es mejor", y en ese caso el museo sólo prioriza el resguardo y la protección de las piezas hasta que se realice investigación más profunda sobre lo encontrado. "Es lo ideal, pero muchas veces no nos queda otra que recoger el material", dijo.
Un espacio de identificación cultural
Sberna también sostuvo que el Museo es un espacio de identificación cultural muy fuerte para la comunidad cacheña, por lo que se presta asesoramiento técnico a diferentes organismos municipales y provinciales para colaborar de manera activa en la conservación del patrimonio arqueológico. Actualmente participan en proyectos vinculados con diferentes colectivos locales, principalmente educativos y científicos.
En ese sentido, el acervo arqueológico de la institución se destaca por ser uno de los más representativos de todo el Valle Calchaquí, tanto por su diversidad de materialidades como por sus temporalidades y procedencias geográficas. Se informó que un 15% de sus colecciones se encuentran exhibidas mientras que el 85% restante esta acondicionado en el Área de Reserva, a disposición de los investigadores.
El Museo está ubicado en uno de los paisajes culturales más significativos del noroeste argentino, donde prevalece la densidad de sitios arqueológicos y distintas manifestaciones socioculturales. Además, este patrimonio cultural se enmarca en una amplia geografía de gran biodiversidad. TEn sus cercanías existen sitios del Qhapaq Ñan, el sistema vial andino declarado Patrimonio Mundial por la UNESCO el 21 de junio de 2014, fecha correspondiente al solsticio de invierno para los pueblos andinos.
En la actualidad el Museo cuenta con cuatro salas de exposición permanente, y en relación al grado de visita que tiene, Sberna dijo que se encuentran con un movimiento "prepandémico", es decir que existe un alto grado de visitantes que son en su mayoría de otras jurisdicciones del país. Un porcentaje también es propio de la provincia y hay también visitantes extranjeros, aunque todavía el nivel "no se recuperó desde la pandemia".
El Museo funciona en un edificio situado frente a la plaza central 9 de Julio, en Cachi. En sus orígenes estuvo en una casa de familia construida a fines del siglo XIX que también funcionó como almacén de ramos generales y hotel. Si bien los elementos arquitectónicos son característicos del lugar, techos de cañizo y barro, paredes de adobe, pisos de arcilla cocida, su frente posee una resolución con influencia neoclásica, de arcos góticos y molduras en las paredes.
La dirección del Museo busca posicionarlo "como líder y referente al nivel local, provincial, nacional e internacional en materia de gestión integral, educación, investigación y conservación del Patrimonio Arqueológico Regional". Por lo que se planteó la misión de administrar, investigar y educar en pos de esa gestión integral.
Esa idea se sostiene desde su fundación, ya que también se pretendió conjugar la labor científica y su inserción en el medio social. Esta definición posibilitó la creación de los departamentos de administración, investigación y educación, los cuales vienen desarrollando sus objetivos a través de diferentes proyectos. En este marco, una de las tareas desarrolladas pretende contribuir a la conservación del patrimonio arqueológico atendiendo no solo a su valor científico sino también a sus posibilidades como factor de desarrollo local.
La idea de creación del Museo nació en 1969, a partir de las colecciones arqueológicas donadas por Pío Pablo Díaz, quien convocó a reconocidos arqueólogos para el desarrollo de la investigación, la conservación y la divulgación del conocimiento arqueológico desde el ámbito regional. Por ello, el 14 de julio de 1972, por el decreto 5300, el Museo pasó a depender del gobierno de la provincia de Salta.
Las actividades por el nuevo aniversario recibieron declaraciones de interés del Concejo Deliberante de Cachi y de las Cámaras de Senadores y de Diputados de Salta. Mientras que la propuesta para la celebración se iniciaron ayer a las 14, con la realización de los actos oficiales.
También se homenajeó a ex directores, empleados y ex empleados del Museo, que formaron parte fundamental de estos 50 años de historia. También se cantaron coplas se leyó una reseña histórica del Centro de Artesanías "Dr. Augusto Cortázar" y hubo un desfile de ropas artesanales y un espectáculo artístico a cargo de Jacinta Condorí.
La entrada al Museo será gratuita hoy y mañana para las personas residentes en la provincia de Salta.