El próximo martes comenzará en los tribunales federales de esta ciudad el juicio a Claudio "Morocho" Mansilla , el último prófugo recapturado tras la cinematográfica fuga de la  cárcel de Piñero.  En este caso el fiscal Federico Reynares Solari, lo acusará de haber comandado una organización dedicada a la venta de estupefacientes, desde el interior mismo del penal, entre los años 2018 y  2019.  

La causa se inició en el fuero federal , en base a la recepción, por parte del Juzgado Federal 4, de las actuaciones derivadas de un allanamiento realizado en calle Misiones N° 2283 de Rosario, que tuvo lugar el 24 de diciembre de 2019, en la investigación del Ministerio Publico de la Acusación por el asesinato de Sergio Birri, concretado cinco días antes, el de Sergio Giménez del mismo día de Navidad, y una tentativa de homicidio cuya víctima era Catalina Aquino. Las tareas investigativas fueron de la Agencia de Criminalidad Organizada a cargo de Luis Schiappa Pietra y Matías Edery. 

En este operativo se detuvo a Nahuel Córdoba y se secuestraron casi 4,900 kilogramos de marihuana así como 122 gramos de cocacína, junto a elementos de fraccionamiento, armas de fuego y celulares.

Posteriormente, de la investigación realizada por el MPA que fue aportada al expediente, se desprendieron datos de otras personas que se encontraban implicadas como eran el "Morocho" Mansilla,  Ezequiel "Colo" Romero y Maximiliano "Menor" González. 

"Luego, a través de los resultados del peritaje informático y las tareas de investigación sobre los homicidios, se da con una organización criminal que a la vez de cometer balaceras y homicidios, se dedicaban a la venta de estupefacientes, contando con una persona clave que los proveía desde la cárcel de Piñero", explicó Reynares a Rosario/12. "El análisis del contenido de los celulares permite afirmar que el material estupefaciente secuestrado es la muestra de una actividad que lo sustenta mucho más vasta, prolongada en el tiempo y llevada adelante con una organización con roles definidos", agregó el fiscal.

"En suma, una estructura criminal que se dedicaba a cimentar su organización a partir de la administración de la violencia y el comercio de material estupefaciente, digitada desde su lugar de detención, a partir del prestigio delictivo, ascendiente que gozaba y medios materiales con los que contaba  Mansilla", destacó Reynares

En rigor, Mansilla se encuentra acusado como organizador y el resto de los acusados como autores de tráfico organizado. El juicio es ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal número 3 de Rosario integrado por los jueces Mario Gambacorta (presidente), Eugenio Martínez y Osvaldo Facciano.

Reynares remarcó además que "el caso se estuvo trabajando con la colaboración del Ministerio Público de la Acusación, dado que estos fenómenos delictivos traspasan los límites tradicionales. Las nuevas dinámicas delictivas requieren nuevas estrategias de investigación y de juzgamiento".

En la misma línea, el fiscal señaló que "la causa tenía fecha de juicio fijada hace mucho tiempo. Con la captura de Mansilla la defensa (que ya conocía la causa porque representaba a otros acusados) pretendió dilatar el comienzo de juicio. Para el Ministerio Público, esta causa por las razones apuntadas es estratégica, por lo que postulamos que se juzgue con la mayor prontitud posible, a lo que el Tribunal hizo lugar. La idea del Ministerio Público Fiscal es alegar el día 27 de julio", destacó Reynares, que en su escrito de rechazo a la postergación del juicio deja un párrafo crítico hacia el funcionamiento del fuero en el que trabaja.  

"Como titulares de la acción penal y, por ende, sujetos activos de la política criminal concreta, postulamos la realización del debate en la fecha original, en tanto formamos parte de una jurisdicción cuestionada por no haber podido desbaratar en tiempo y forma a bandas criminales que causaban gran zozobra en la ciudadanía y, más aún, que ha llegado en rezago respecto a otros fueros. Estimo, y esto sí es una opinión personal, que un método de trabajo que ha privilegiado más el orden de las carpetas y biblioratos en las oficinas por sobre los objetivos que debían perseguirse, fue una de las razones que generaron los resultados (o la falta de ellos) que se nos cuestiona. Estimamos, en ese sentido, fundamental, el mantenimiento de la fecha de juicio, en la misma línea que este Tribunal marcó al realizar en tiempo y forma y sin demoras la causa 'Los Patrones', porque así hacerlo implicaría la superación de un método de trabajo burocrático, que es el cambio de paradigma que nos reclama, de modo urgente, la hora aciaga que nos toca transitar", dice el texto que lleva al pie la firma de Reynares Solari.

“Morocho” Mansilla, se había fugado junto a otros siete internos de la cárcel de Piñero, el 27 de junio de 2021, fue recapturado hace un mes. El hombre más buscado de la provincia cayó en manos de la Unidad Especial de Investigación de Crimen Organizado, el grupo policial de élite creado en la provincia en los últimos días. El operativo que permitió apresar a Morocho Mansilla se realizó en Polledo al 4100, en la denominada Zona Cero, en el norte de Rosario.

La fuga de los ocho internos de Piñero ocurrió el 27 de junio de 2021, cuando la unidad penitenciaria recibió un ataque a tiros de un golpe comando. Desde un Peugeot dispararon con cuatro armas de fuego y rompieron el cerco perimetral con una amoladora. Uno de los cómplices resultó muerto en los enfrentamientos, mientras ocho reclusos escapaban de la cárcel.

Mansilla, por quien la provincia había ofrecido una recompensa de un millón de pesos cuando no podía encontrarlo -pese a la orden de captura internacional-, fue sindicado como el promotor de la fuga, que dejó un cómplice abatido por el personal penitenciario cuando fueron a dar apoyo externo con ametralladoras.

El “Morocho”, un preso de alto perfil, estaba imputado por un crimen y unos días después de su fuga de la cárcel junto a otros siete reclusos, fue condenado en ausencia a 25 años de prisión.