Con críticas al expresidente Lula da Silva y un repaso de su gestión, Jair Bolsonaro se presentó este domingo como candidato a presidente de Brasil por el Partido Liberal.

La convención del Partido Liberal, realizada en el gimnasio Maracanãzinho en Río de Janeiro, aprobó formalmente la candidatura de Bolsonaro a presidente y la del general Walter Braga Netto, exministro de Defensa, como vicepresidente.

En un discurso de más de una hora, Bolsonaro dijo que son “la mayoría”, los “buenos” y que tienen “libertad para luchar” por el país. Por eso convocó a salir “por última vez” a las calles en un gran acto el 7 de setiembre, día de la Independencia del país.

Bolsonaro agradeció a Dios “la misión de ser presidente de esta nación”. El mandatario le pidió a Dios que el pueblo brasileño “nunca experimente la historia del comunismo” y habló sobre su período de mandato.

Al respecto, se refirió al precio de los combustibles y la electricidad, la construcción de vías férreas y destacó la actuación del presidente de la Cámara de Diputados, Arturo Lira, en la aprobación de distintas iniciativas del gobierno. “Lira ha colaborado mucho con nuestro gobierno. Gracias a Lira pudimos aprobar leyes que bajaron el combustible”, dijo Bolsonaro.

El candidato a la presidencia aseguró que mantendrá el Auxilio Brasil, un programa que reúne varias políticas públicas. “La ayuda de Brasil de 600 reales (unos 110 dólares) se mantendrá a partir del próximo año. Y estoy seguro de que tendremos deflación este mes”, afirmó.

En su discurso criticó a su principal rival, el expresidente de izquierda Lula: “Es este tipo que defiende el robo de teléfonos móviles, como un derecho del bandido a robar para tomarse una cerveza; este mismo tipo que dice que la guerra en Ucrania se resuelve bebiendo cerveza; este mismo tipo que quiere legalizar el aborto en Brasil; este mismo tipo que quiere legalizar las drogas en Brasil”.

Bolsonaro aseguró que Lula, “creó lo que se llama ideología de género y con eso emboscar a los niños a partir de 5 ños dentro de la escuela para estimularlos al sexo desde esa edad”.

El presidente llamó a los jóvenes de izquierda a comparar los dos gobiernos (el de él y el de Lula) antes de votar y aseguró que su mandato lleva "tres años y medio sin corrupción”. Sin embargo, el exministro de Educación, Milton Ribeiro, fue detenido en junio por posibles delitos de corrupción.

También apoyó a la gente que estaba en el estadio cuando comenzó a abuchear al Supremo Tribunal Federal. “El pueblo es el Supremo”, gritaron las personas presentes.

Religión

El evento comenzó con una oración dirigida por el diputado federal Marco Feliciano, que además es pastor evangélico y posteriormente cantaron el Himno Nacional.

Bolsonaro dijo que iba a saltar el protocolo y citando un pasaje bíblico, le dio la palabra a la primera dama, Michelle Bolsonaro, quien basó su discurso en la religión. “Estoy hablando de Dios porque es nuestro pilar y sin él no somos nada”, expresó.

Según la primera dama, con Bolsonaro “fue rescatado” el patriotismo. “Esa llama fue encendida, hoy tenemos orgullo de decir que somos brasileños, una tierra santa, una tierra escogida por Dios”, señaló.

La esposa de Bolsonaro aseguró que la reelección “no es un proyecto de poder como muchos piensan” y tampoco “por estatus”, sino que es por “un propósito de liberación y de cura” para Brasil.

También se refirió a las políticas que Bolsonaro dirigió hacia las brasileñas. “Fue el presidente de la historia que más sancionó leyes para protección de las mujeres, 70 leyes”, inició.