“Cada detalle aquí fue meticulosamente replicado”, asegura Nathan Fielder en un momento del primer capítulo de The Rehearsal. La frase, de hecho, podría aplicarse a cada segundo de esta singular producción recientemente estrenada por HBO Max que mezcla el experimento pavloviano, el docureality y la comedia. La intención de su creador y conductor es ayudar a personas común y corrientes a atravesar un momento clave de su vida preparándolas cual experto en conductismo. La fórmula incluye evaluar e interpretar las posibles reacciones de sus interlocutores y construir espacios miméticos donde se reduce al máximo cualquier incertidumbre. Por la plataforma de streaming ya pueden verse los dos primeros episodios (cada sábado se estrena uno nuevo) de esta serie que tiene algo de The Game (David Fincher; 1997) pero en una veta real.
Lo más intrigante de la propuesta es cuando el propio ideólogo de la serie muestra los hilos de este títere audiovisual sobre el comportamiento humano e indaga hasta el paroxismo sobre su método, sobre sí mismo y sobre sus conejillos de indias. “Tal vez es más fácil elegir un camino cuando se puede vivir el futuro primero”, plantea Fielder. Y por eso cada gesta (un hombre frente a la confesión de una mentira a una amiga o una mujer que quiere experimentar el proceso de ser madre) incluye un plan obsesivo, manipulador y minucioso que dejaría babeando a Lars Von Trier.