El Ministerio de Finanzas anunció ayer una nueva ronda de emisión de deuda. Las colocaciones se realizarán a través de dos tipos de instrumentos en pesos y dólares. La colocación más importante llegará dentro de una semana cuando se lance un bono a tres años en moneda local donde el rendimiento estará atado a la tasa de política del Banco Central. El monto de la operación ascenderá hasta los 75.000 millones de pesos. La oferta de un papel de mediano plazo apunta restar presión sobre los vencimientos que debe hacer frente la autoridad monetaria para cancelar las Lebac entregadas al mercado a lo largo de los últimos meses. El BCRA mantuvo ayer sin cambios su tasa de interés de referencia (ver aparte).
Desde el sector financiero especulan que la emisión de los bonos en pesos tendría entre sus destinatarios a las aseguradoras cuya creciente inclinación por las redituables opciones financieras de cortísimo plazo que involucran a las Lebac atentan contra su demanda de otro tipo de instrumentos financieros. El sector asegurador es uno de los inversores institucionales más importantes del mercado local y uno de los principales beneficiarios del proceso de desregulación. A comienzos de 2016, las empresas aseguradoras se vieron favorecidas por la flexibilización de las exigencias regulatorias que direccionaban una porción de sus inversiones hacia proyectos productivos y de infraestructura. Finanzas pretende que una parte de la colocación en pesos sea adquirida por un sector convertido en devoto de las operaciones de “carry trade”. La nueva emisión de deuda a tres años aliviaría el peso de los vencimientos de Lebac más inmediatos.
Además de la colocación del nuevo título en pesos de mediano plazo que se concretará la semana próxima, la cartera que encabeza Luis Caputo informó en el Boletín Oficial la colocación de tres Letras del Tesoro en dólares con vencimientos a 224, 364 y 532 días por un total de 1500 millones de dólares. La resolución detalla que los instrumentos en moneda extranjera serán ofrecidos pasado mañana. El último informe del Observatorio de la Deuda Externa de la UMET reveló que durante los primeros 18 meses de gobierno de Mauricio Macri, Argentina se transformó en el país emergente que emitió más deuda en dólares en el mundo. Colocó títulos públicos y letras del Tesoro por 45.951 millones de dólares, un 263 por ciento más que Arabia Saudita que quedó en segundo lugar con 17.500 millones.
El Estado Nacional emitió deuda en 2016 por 22.351 millones de dólares y en lo que va de este año ya lleva sumados otros 23.600 millones, lo que arroja un total de 45.951 millones sólo entre títulos públicos y letras en dólares. En el proceso de reinserción plena en el mercado financiero internacional Caputo y su antecesor Alfonso Prat-Gay emitieron todo tipo de instrumentos financieros en dólares, en pesos, euros y francos suizos en lo que marcó el quiebre definitivo con la lógica de desendeudamiento e incrementando la vulnerabilidad externa de la economía sin lograr los objetivos anunciados en materia económica. El titular de Finanzas indicó que “completando la pata internacional de otras monedas, se planea emitir en el corto plazo un bono en euros, probablemente a fines de junio”. De acuerdo a las proyecciones del Observatorio de la UMET, entre octubre de 2015 y mayo de 2017, la deuda bruta total se incrementó unos 55.000 millones de dólares para alcanzar los 290.000 millones de dólares. En tanto, la deuda pública en moneda extranjera sobre PIB trepó de 27,5 por ciento en octubre de 2015 a 37,3 por ciento en el tercer trimestre de 2016, el último dato oficial disponible.