Un juez de Mercedes hizo lugar al amparo presentado por vecinos de Chivilcoy y ordenó a la empresa bonaerense ABSA que no cobre el servicio de agua potable a los residentes de esa ciudad debido a los altos índices de arsénico y nitratos que no la hacen apta para el consumo humano. Además, dispuso que se le deberá entregar a los pobladores al menos 2000 litros de agua potable por mes, en bidones, hasta que se resuelva el problema de potabilidad. Los vecinos que promovieron la acción judicial sostuvieron que la medida es importante para visibilizar el problema, y convocaron a toda la comunidad hoy a las 19 horas en la ONG Arco Iris para informar de los alcances de la medida y cómo continuar con el reclamo.
El fallo dictado por el titular del Juzgado Civil y Comercial Nº 6, Hernando Cherubini, hizo lugar al amparo presentado por el grupo de Vecinos Autoconvocados de Chivilcoy, ante los altos niveles de arsénico que presenta el agua de red.
El magistrado afirmó en su fallo, fechado el 5 de junio, que la medida cautelar es extensiva a todos los vecinos que estén en iguales condiciones, “ya que está en juego el derecho a la salud y a la vida” reconocidos “en la Constitución Provincial, Nacional y convenios internacionales”. Y ordenó que en el plazo de cinco días se suministre “la cantidad necesaria para satisfacer las necesidades básicas de consumo, higiene personal y limpieza de manos y alimentos y cocción de éstos en una ración no menor a dos mil litros por mes”. Al mismo tiempo, por tratarse de un caso de incidencia colectiva, determinó que se debe integrar al proceso al Defensor del Pueblo de la Provincia o en su defecto al delegado distrital.
Ezequiel Caselles, uno de los siete demandantes que integra la organización de Vecinos Autoconvocados, explicó a PáginaI12 que “esta es una pelea que venimos llevando hace tiempo. La presencia de arsénico en el agua ya se había constatado a través de vecinos que en forma particular se realizaron análisis. Ahora, lo que hicimos en la asamblea es hacer estudios del agua de nuestra red en distintos lugares del territorio y lo presentamos para que lo analice el laboratorio de la Universidad Nacional de Luján (UNLu)”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció en las Guías de Calidad de Agua para consumo humano que el valor orientativo de tolerancia es de 0,01 miligramo por litro.
“Los resultados –continuó Caselles– arrojaron lo que ya sabíamos: altos índices de arsénico y nitrato que hacen el agua no apta para el consumo, según lo reglamentado en el Código Alimentario Argentino y las recomendaciones de organismos mundiales para la salud. Los índices deberían ser de 0,01 miligramos por litro y tenemos indicadores de 0,06”, advirtió.
En Chivilcoy no hay planta potabilizadora, el agua de la ciudad se obtiene de pozos subterráneos que tiene la empresa ABSA, que la lleva a una planta elevadora para después distribuirla a los hogares través de la red.
El asambleísta detalló que se tomaron muestras en diez puntos de la ciudad y que incluso las tomadas en pozo mostraron indicadores elevados del metal pesado.
“Los pozos nuevos que hizo la empresa son obras que comenzaron en la gestión anterior y terminaron con la gobernadora (María Eugenia) Vidal. Los análisis que hicimos son posteriores a la finalización de los trabajos y no brindaron los resultados que esperábamos. Mejoraron la presión del agua pero no la calidad”, remarcó Caselles.
Según el asambleísta, la consecuencia de la presencia de metales en el agua en niveles tan elevados es que “hay altos índices de hipotiroidismo y muchas personas con problemas en la piel”.
“Vamos a convocar a las autoridades municipales, a la Defensoría del Pueblo y a la comunidad para informar y establecer los pasos a seguir. Necesitamos unir a todos detrás de este reclamo porque más allá del amparo está la cuestión de fondo: que es que podamos tener un agua de calidad y apta para consumo humano”, dijo Caselles al anunciar la reunión de hoy en la calle Lavalle 80.