En el justo medio entre el norte y el sur, en la línea ecuatorial que divide en partes iguales el planeta, se produce el equinoccio solar donde se fundieron en un abrazo fraterno José de San Martín y Simón Bolívar. El encuentro fue hace doscientos años y la actualidad es asombrosa.

Fue en la heroica Guayaquil donde llegaron exhaustos, tras años de luchas y sangrientas batallas los Libertadores de América. ¿A quién más le cabe semejante título?

Mientras que uno llegaba de liberar los territorios que hoy se denominan Venezuela, Colombia y Ecuador, el otro venía de hacer lo propio con la Argentina, Chile y Perú. Días antes del histórico encuentro que hoy recordamos, San Martín había enviado una división al mando del coronel Andrés Santa Cruz, para auxiliar las tropas de general Antonio de Sucre que finalmente nos dieron el triunfo en las batallas de Riobamba y Pichincha. [1] Sobre ese acontecimiento, señala el historiador Jorge Abelardo Ramos, mezclaron su sangre los que luego fueron argentinos, peruanos, bolivianos, quiteños, colombianos, venezolanos, haitianos, chilenos, uruguayos y paraguayos.[2]

Los Libertadores ya se venían comunicando y anunciando este encuentro requerido por el general San Martín al que el general Bolívar le responde de inmediato: “Ese momento lo había deseado toda mi vida y solo el de abrazar a V.E, y el de reunir nuestras banderas, puede serme más satisfactorio, acepte V.E, con bondad los testimonios más francos de mi profunda consideración y respetos de V.E, atento, adicto servidor.” S.B.[3]

Tras lo cual San Martín anuncia en Lima: "La causa del Continente Americano me lleva a realizar un designio que halaga mis más caras esperanzas. Voy a encontrar en Guayaquil al Libertador de Colombia. Los intereses generales del Perú y de Colombia, la enérgica terminación de la guerra y la estabilidad del destino a que con rapidez se acerca la América hacen nuestra entrevista necesaria… ". J.S.M.[4]

Y le escribe a Bolívar: "Defensores de una misma patria, consagrados a una misma causa y uniformes en nuestros sentimientos por la libertad del nuevo mundo. Pertenece a V.E, la congratulación de los soldados de la República de Colombia se empleen contra el poder y la tiranía de España en cualquier parte del continente en que aflijan los hijos de América.” .JS.M.[5]

Y Simón Bolívar le responde: "Mi primer pensamiento en el campo de Carabobo, cuando vi mi patria libre, fue V.E, el Perú y su ejército libertador. Al contemplar que ya ningún obstáculo se oponía a que yo volase a extender mis brazos al Libertador de la América del Sur … S.B.[6]

Y San Martín le apunta: “Es preciso combinar en grande los intereses que nos han confiado los pueblos, para una sólida y estable prosperidad les haga conocer el beneficio de la independencia... Mi alma se llena de gozo cuando contemplo aquel momento. Nos veremos, y presiento que la América no olvidará el día que nos abracemos”. J.S.M.[7]

Conscientes de que los mismos enemigos de Bolívar y San Martín se encuentran tan vigentes como hace 200 años, debemos trabajar junto a nuestros pueblos en los ideales de la unidad de la gran nación latinoamericana.

Hoy la Celac, el Mercosur, el Parlasur y los distintos organismos de integración política, social, cultural y económica deben ser fortalecidos y no cejar hasta ver la Patria Grande unida, sin fronteras. Estamos convencidos de que solo la unidad nos hará eternamente libres.

Resaltamos las palabras de papa Francisco que señala decididamente: “Tenemos una Patria que, en sus deseos y ansias de hermandad, se proyecta más allá de los límites del país: hacia la Patria Grande, la que soñaron San Martín y Bolívar. Esta realidad nos une en una familia de horizontes amplios y lealtad de hermanos".[8]


* Senador - Presidente Comisión de Relaciones Exteriores y Culto

** Diputado - Presidente Comisión de Relaciones Exteriores

** Embajador ante la República del Ecuador

[1] Pérez Amuchástegui, Jorge Antonio. Crónica Argentina. Codex, Buenos Aires 1972.

[2] Ramos, Jorge A. De Malvinas a la Patria Grande. Biblioteca Martínez, San Isidro 1987.

[3] Urriza, Manuel. San Martín y Bolívar vistos por Perón. Ediciones Colihue, Buenos Aires 2007.

[4] Rojas, Ricardo. El Santo de la espada. Editorial Lozada, Buenos Aires, 1940.

[5] Rojas, ídem.

[6] Urriza, ídem.

[7] Ídem.

[8] Papa Francisco. Mensaje conmemorativo por el bicentenario de la independencia Argentina. Roma, mayo 2016.