El Movimiento Campesino de Santiago del Estero denunció que las familias de la localidad de Las Chacras, en el departamento de Pellegrini, sufrieron violencia institucional y robo por parte de efectivos policiales de Las Delicias, Nueva Esperanza y Santiago Capital. "Algunos de ellos estaban vestidos de civil, otros uniformados, eran unos 15 y se manejaban en una camioneta roja, presuntamente Hilux, y una blanca que sería de la policía de la capital provincial", explicaron desde el Mocase Santiago. El conflicto se originó, según la agrupación, cuando dos hermanos oriundos de Nueva Esperanza --quienes nunca tuvieron posesión en el lugar-- pretendieron "alambrar el territorio que las familias de Las Chacras reivindican como propio, lugar en el cual trabajaron toda la vida, dedicándose a la cría y actividad forestal de subsistencia".
En episodios similares, las familias se autoconvocaron para defender sus derechos, e intentaron impedir los trabajos de cerramiento "que pretenden los usurpadores". También denunciaron la destrucción de dos hornos, uno de ellos cargado con carbón, hechos que fueron constatados por la policía sin que se haya apercibido a los autores. Página12 pudo saber que las autoridades aún no dieron ninguna respuesta al reclamo del Mocase Santiago y las seis familias afectadas, que ahora defienden unas 100 hectáreas de un territorio que antes era mucho mayor.
“A eso de las 8,30 de la mañana del viernes fuimos despertados abruptamente, encandilados en la cara por una linterna que portaba una persona desconocida, corpulenta. Sin mediar palabra ingresan en la pieza y empiezan a dar vuelta todo, literalmente, luego se dirigen a la habitación contigua donde se encontraba Timoteo Chávez (padre de mi marido) realizando el mismo procedimiento, al salir pudimos observar los vehículos descriptos y el grupo de los presuntos efectivos policiales, dividiéndose para inspeccionar palmo a palmo esta casa y la vivienda de al lado, donde estaban de visita familiares que vinieron de vacaciones desde Buenos Aires”, relató Mariana, compañera de Néstor Chávez.
Durante el procedimiento, los policías ordenaron a todos que esperaran afuera, incluidos niños y niñas, que se acurrucaron entre elles por el frío.
Según el relato que reconstruyó este diario, en medio del confuso accionar de la policía, las familias se acercaron a preguntar qué es lo que ocurría, y los uniformados se negaron a brindar información. "Lo único que dijeron es que fueron comisionados por la justicia para realizar este procedimiento, amenazando además que se abstuvieran de tomar imágenes fotográficas o fílmicas. 'Llegás a tomar una foto más y te quito el teléfono', me dijo amenazador uno de ellos”, indicó Mariana. Antes de irse leyeron un acta donde constó que no encontraron elementos incriminatorios, y reiteraron que si necesitaban información fueran a la comisaría de Nueva Esperanza.
Mientras se reponían del impacto del operativo, se pusieron a ordenar sus cosas y en ese momento detectaron que le faltaba dinero en efectivo a Timoteo Chávez, así como a un familiar de Buenos Aires e incluso un álbum de fotos. "Es el colmo de la desfachatez, tenemos impotencia, tristeza, rabia, nosotros solo defendemos nuestra fuente de trabajo, aquí criamos nuestros animales que son nuestro sustento, no puedo entender por qué les permiten estas humillaciones para con nosotros” relató María Juárez, con angustia. Ella pertenece a una de las familias poseedoras ancestrales que defienden tanto un espacio físico como también un modelo agroecológico, trabajo genuino y equitativo, alimentos sanos, y una labranza respetuosa con productores y consumidores. "Es el último pedazo de monte que nos queda", lamentó la mujer.
"La policía actúa sistemáticamente con violencia desmedida cuando hay una orden del juez de tierras y del fiscal (Miguel Ángel) Torressi, que nos atropellan con la policía, cada vez los allanamientos y los desalojos son más brutales. Es una conexión entre la justicia, la policía y el empresario", dijo a Página12 desde el Mocase Santiago, Roger Almaraz. "No piensan que hay niñes, personas mayores, en otras ocasiones dejaron a personas traumatizadas psicológicamente. Pero actúan así porque tienen protección de quien emite las órdenes, mientras el gobierno provincial mantiene silencio", agregó.
Desde el Mocase Santiago instaron "a los auxiliares de la justicia a recapacitar sobre su accionar, excediéndose en su forma de intervenir, violentando a familias campesinas indígenas, que cada vez se encuentran más presionadas por el achicamiento de su territorio. "Como Movimiento Campesino le recordamos al gobierno el compromiso asumido en materia de política ambiental, que considera a las familias campesinas indígenas como el principal eslabón. Y pedimos a las autoridades de manera urgente frenar estas prácticas constantes, no es un caso aislado la embestida contra los campesinos y campesinas por defender sus territorios".