Golden State Warriors se consagró en la medianoche del lunes campeón de la NBA por tercera vez desde que juega en California, luego de los títulos alcanzados en 1975 y 2015, y por quinta vez en la historia (los dos primeros los obtuvieron cuando actuaban en Filadelfia), al derrotar en el quinto partido de la serie final de la temporada 2016-2017 al mejor de siete enfrentamientos a Cleveland Cavaliers por 129 a 120, con lo que selló los play offs con una ventaja de 4-1. El equipo liderado por Stephen Curry y Kevin Durant empató a San Antonio Spurs de Emanuel Ginóbili en el cuarto puesto en la cantidad de títulos obtenidos en la NBA. De esta manera los equipos de la Conferencia Oeste redujeron ante los del Este la ventaja que éstos les llevan a lo largo de la historia (38 títulos contra 33). 

Los Warriors registraron además otro record al llegar a este quinto juego con un impresionante raid que comenzó en los cuartos de final de la Conferencia Oeste y que, luego de pasar por semifinal y final, arribó hasta el tercer juego de esta definición de temporada sumando quince victorias seguidas, interrumpidas recién en el cruce anterior en Cleveland.

Las figuras de Curry y Durant –elegido como el Jugador Más Valioso de esta final– en los Warriors sobrepasaron a la de LeBron James en los Cavaliers, ya que el fornido moreno de Cleveland no tuvo un ladero en igualdad de condiciones para hacerles frente a las dos estrellas de la franquicia de Oakland, donde anoche se definió esta serie ante el delirio de la multitudinaria parcialidad de Golden State.