Tras la conmoción de las primeras horas, momentos de expectativa se vivían ayer en la cuadra de Superí al 200, en barrio Alberdi, al norte de la ciudad, donde el domingo cedieron dos plantas de una vivienda de tres pisos, que colapsó poco antes de las 20. Su dueño, de 88 años, y un inquilino, de 28, fueron rescatados entre esa noche y la madrugada del lunes. Mientras que el hijo del propietario, de 52 años, quedó atrapado y hasta el cierre de esta edición continuaba siendo buscado por personal de Bomberos y Defensa Civil. Se trata de Ariel, quien llegó a advertir a su padre cuando escuchó ruidos en la estructura, para que se resguardara. "Siguen las tareas con expectativas de rescatarlo. Tenemos lugares que sospechamos que es donde puede estar, por las marcas de los perros o por las declaraciones de los familiares. Se está buscando en varios sectores, con distintas técnicas", dijo ayer por la tarde el subdirector de Defensa Civil municipal, Gonzalo Ratner.
Los rescatistas de Bomberos y Defensa Civil -además de la Brigada de Rescate en Estructuras Colapsadas (Brec)- trabajaron durante varias horas a destajo, con recursos de Rosario y otras localidades, perros rastreadores, gente que trabajó en calle Salta -en 2013- y diferentes profesionales, para retirar escombros.
Luis y Facundo son los dos hombres que pudieron ser liberados, sin riesgo de vida. Luis, de 88 años -arquitecto y propietario de la construcción que tenía la forma de un barco- fue llevado a la casa de un familiar; y Facundo -un músico que alquilaba parte de la edificación-, debió ser internado en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, ya que salió muy golpeado. El médico del Servicio Integrado de Emergencia Sanitaria que los atendió apenas fueron rescatados dijo que los dos presentaban golpes, pero que no eran de gravedad. En tanto, el director del Heca, Jorge Bitar, mencionó que el joven inquilino ingresó con contusiones y una fractura cervical sin compromiso neurológico, pero con dolor. Además, señaló que por el tiempo que estuvo bajo los escombros presenta el llamado “síndrome de destrucción muscular”, pero permanecía estable.
Temprano, Ratner señaló que por esas horas la situación era "de mucho peligro todavía” y que "hay una estructura que no terminó de colapsar. Hay un piso completo que está inestable. La tercera planta que descendió en su nivel, hay que pensar que hay dos plantas colapsadas debajo y la tercera está entera pero agrietada con inestabilidad”, detalló. Y agregó que no hubo otras viviendas en riesgo.
Al mismo tiempo, señaló que sobre el mediodía y tarde del lunes, el trabajo de los socorristas era “supervisado por personal técnico que revisa todo para no generar mayor riesgo. Hemos incorporado maquinaria para remover algunas losas y cosas grandes para no generar riesgos para los rescatistas. Seguimos en la búsqueda de esta persona. No abandonamos la tarea y esperamos encontrarla con vida, pero estamos en un momento donde se empieza a arriesgar mucho a los socorristas. Hay una estructura que colapsó, pero hay otra que está en pie, muy inestable. Es la tercera planta y seguir excavando debajo de eso y con personal trabajando en el lugar, tiene mucho riesgo”, aseguró sobre los resguardos que debían tomar.
La vivienda que se desplomó estaba ubicada cerca de la barranca del río Paraná, arriba del club Remeros y frente a la plaza Santos Dumont, en el límite del barrio Alberdi con La Florida. Su estructura tenía la forma de un barco, tal como recordaron vecinos de la zona, que se manifestaron sorprendidos por lo ocurrido.
En el lugar, pasado el mediodía de ayer había un clima de expectativa ya que se esperaba encontrar a Ariel López, un hombre entrenado y montañista -según trascendió-, a quien los rescatistas buscaban a destajo desde la noche anterior, con la premura y cuidados que el caso requiere. Familiares esperaban novedades en el lugar. "Es sumamente deportista, así que eso es lo que más esperanza nos da de que pueda estar bien", dijo una prima en Canal 3, quien estimó que la construcción tenía unos 30 años.