Las primeras encuestas a la salida de los colegios electorales apuntaban a una amplia victoria del Sí superior al 92 por ciento en el referéndum para modificar la Constitución de Túnez, lo que implica un triunfo del gobierno y en particular del presidente Kais Saied, cuyo poder será prácticamente absoluto. Por el contrario, los votos contra la propuesta del mandatario alcanzarían apenas el 7,7 por ciento, según adelantó la encuestadora Sigma Konsai Foundation. 

El primer referéndum de la historia del país estuvo marcado por la participación más baja de todos los procesos electorales celebrados desde la transición democrática iniciada en 2011: estaría en torno al 27 por ciento de acuerdo a la Instancia Superior Independiente para las Elecciones (ISIE).

Luego de emitir su voto, Saied acusó a "algunos actores" de intentar sabotear la votación provocando incendios en el país, a pesar de la obligación de no hacer declaraciones durante la jornada de comicios. "Se ha sembrado la desesperación en el pueblo para que se aleje de los asuntos públicos", expresó el mandatario, en referencia a la ola de manifestaciones que derivó en el derrocamiento de Zine el Abidine ben Alí durante la llamada "Primavera Árabe".

El país, de 12 millones de habitantes, lleva un año inmerso en una profunda crisis política, después de que Saied, elegido por amplia mayoría en 2019, se atribuyera plenos poderes el 25 de julio de 2021. En este referéndum, que no requiere un mínimo de votantes, el Sí a la nueva Constitución era amplio favorito debido a que la mayoría de la oposición llamó a no participar. A la espera de que se oficialicen los resultados, que probablemente se conozcan a partir del martes, los simpatizantes de Saied empezaron a celebrar la victoria en redes sociales. 

Túnez registró en el plebiscito un 27,54 por ciento de participación, la cifra más baja desde el inicio de la transición. Mientras tanto, en el extranjero, la participación en Francia se elevaba hasta el 4,8 por ciento, en Alemania hasta el 4,7 por ciento y en Italia al 3,4 por ciento, según autoridades electorales. El presidente de la ISIE, Faruk Buasker, desmintió cualquier tipo de irregularidad en el censo en el extranjero y acusó a los denunciantes de "crear un escándalo y tratar de interrumpir el proceso de votación".

El borrador de la Carta Magna aglutina en torno a la presidencia la mayoría de las competencias y reduce el poder del Parlamento, suspendido en julio del año pasado y posteriormente disuelto, fecha en la que Saied disolvió el gobierno y se arrogó todas las competencias. En caso de ser aprobado en referéndum, el documento sustituirá a la Carta Magna de 2014.

Para la oposición, este plebiscito significa "un golpe de Estado", mientras que para organizaciones defensoras de derechos humanos representa una "concentración excesiva del poder". Luego del referéndum, el principal problema del país será la economía en crisis, con una tasa de desempleo desbocada, de 40 por ciento entre los jóvenes, una inflación creciente por la guerra de Ucrania y cuatro millones de pobres.