Los maestros de las escuelas bonaerenses cumplen hoy un paro de 24 horas, en rechazo a la última oferta salarial del gobierno de María Eugenia Vidal y a los descuentos aplicados a los docentes que hicieron huelga. “El gobierno ya formuló nueve propuestas, pero con variaciones de entre 50 y 98 pesos entre una y otra. Es una vergüenza”, señaló Mirta Petrocini, secretaria general de la Federación de Educadores Bonaerenses, uno de los seis gremios integrantes del Frente de Unidad que convoca la medida de fuerza. Los funcionarios de la provincia redoblaron la apuesta y advirtieron que volverán a aplicarles descuentos a los sueldos de quienes no trabajen.
“Hay una incapacidad del gobierno de resolver el conflicto cuando nosotros tenemos toda la voluntad de encontrar un acuerdo en tanto y en cuanto el Ejecutivo vaya a la negociación y no a la imposición”, dijo Roberto Baradel, titular del Suteba. Y evaluó que la gobernadora Vidal “autoriza un aumento de un 58 por ciento de luz en la provincia” y a los docentes les quiere “imponer un acuerdo del 21 por ciento sin recuperación de la pérdida del año pasado, y descontando dinero”.
En la reunión paritaria realizada el lunes, tras cuarenta días de impasse en la negociación, la gobernación ofreció un incremento en dos cuotas: 11 puntos desde abril (retroactivos) y 10 desde octubre, además de una cláusula gatillo frente a la inflación. También propuso una suma fija de 2 mil pesos por cargo para recomponer la pérdida del poder adquisitivo registrada en 2016. El Frente de Unidad docente –conformado por Suteba, FEB, Udocba, Sadop, AMET y UDA– exige un 35 por ciento de aumento.
“Hay muchísimo malestar en los docentes, sobre todo cuando se encontraron con salarios descontados arbitraria y salvajemente. Hay docentes que ni siquiera hicieron paros y les descontaron”, contó Petrocini.
En ese escenario, el gobierno de Vidal apostó a profundizar el conflicto. “No entiendo la inteligencia de ir a un paro, que se va a descontar, para protestar por los paros que ya se descontaron. No entiendo en qué beneficia eso a los docentes”, desafió el director general de Educación y Cultura, Alejandro Finocchiaro.
Los dirigentes docentes entienden que las autoridades no apuestan a resolver el conflicto, sino a desgastar a los gremios. Para Baradel, en el macrismo “hay una inquina con los docentes, los judiciales y los trabajadores de la salud”. “Hay maestros –aseguró– que no tienen plata para vivir este mes porque a la gobernadora se le ocurrió hacer descuentos brutales. Siguen castigando de manera arbitraria a los docentes, el malestar en las escuelas es enorme.”