El diputado nacional Frente de Todos y dirigente CTA de los Trabajadores, Pablo Carro, criticó este lunes las últimas disposiciones anunciadas por el "dólar soja" dispuesto por el Banco Central. Consideró que “era previsible que se iba a llegar a este punto”, en el que en un contexto se escasez de divisas un grupo “con capacidad para presionar al Gobierno” inicia una corrida devaluatoria para “no perder la rentabilidad que tuvo” durante la gestión de Mauricio Macri.
En una resolución, el BCRA implementó un régimen para que productores agropecuarios aceleren la venta de la cosecha de soja. El 70 por ciento de lo que se venda podrá ser aplicado a un depósito a la vista en pesos ajustado por la evolución del dólar y el 30 por ciento restante podrá utilizarse para la compra de dólares con una cotización equivalente al tipo de cambio oficial más el impuesto País y el adelanto de ganancias.
Tras destacar como positiva la marcha de antorchas que hicieron este martes, a 70 años de la muerte de Eva Perón, y considerarla como “la largada de cara al 17 de agosto”, Carro señaló que “hay una necesidad de la gente de salir a la calle para expresarse". "Hay mucha molestia con los sectores concentrados de la economía que la quieren toda para ellos", sostuvo, y apuntó que "en un momento muy difícil para la argentina y el mundo especulan para poder hacerse de un dólar más”.
“Hay que seguir en la calle. Es el único camino para que el pueblo transite hacia una mejor situación. La del 17 creo que sí va a ser una marcha muy importante. Necesitamos equilibrar la cancha. Está desbalanceada. La pandemia nos mantuvo en casa. Dimos una pelea más moral que política y la perdimos. Entonces necesitamos cambiar la situación. La gente a pie puso el lomo todo este tiempo, con guerra, con pandemia, con Macri. La gente siempre está poniendo el hombro”, señaló el sindicalista.
Y añadió: “Ahora vemos que hay sectores que tienen capacidad para presionar en un momento difícil y consiguen parte de lo que quieren, porque hay que ver si están dispuestos a aceptar lo que el Gobierno les ofrece. La molestia tiene que ver con que era posible imaginar que íbamos a llegar a este punto. Y estos son sectores que no quieren perder nada de la rentabilidad que obtuvieron con Macri y la diferencia que están haciendo con la guerra. No quieren entregar un mango cuando la gente de a pie la está pasando mal”.