La Organización Panamericana de la Salud (OPS) informó este miércoles que los casos de viruela del mono, también conocida como viruela símica, son 5.300 en 18 países y territorios de América y, hasta el momento, no se han reportado muertes.
La directora de la OPS, Carissa Etienne, dijo en conferencia de prensa que los países deben prepararse, ya que la enfermedad fue declarada el fin de semana como emergencia de salud pública de importancia internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y cuenta con más de 18.000 casos en todo el mundo.
Ettiene advirtió sobre el estigma y la discriminación que sufren las personas contagiadas y destacó que "cualquier persona, independientemente de su género u orientación sexual, puede contraer la viruela símica".
"La OPS sigue colaborando con sus Estados miembros en la respuesta a la covid-19 y también ha publicado orientaciones para que los trabajadores de salud manejen los casos de viruela símica y prevengan nuevas infecciones", agrega el comunicado del organismo.
Por su parte, el subdirector interino de la OPS, Marcos Espinal, dijo que aproximadamente 10 países de América ya han manifestado su intención de comprar una vacuna contra la viruela del mono, pero no reveló de cuáles se trata. "Creemos que tendremos vacunas este año", aseguró.
La OPS también reveló que están "muy avanzadas" las conversaciones con un productor para comprar vacunas de tercera generación contra la enfermedad y que espera que llegue algunos suministros este año, aunque en cantidades limitadas.
En cuanto a América Latina, hasta el fin de semana Brasil registraba 592 casos, Perú 143, México 52, Chile 20, Colombia 10, Argentina 18, Ecuador 2 y en Venezuela, Costa Rica y Panamá uno, de acuerdo a los reportes de medios locales.
Según la OMS, el primer brote de viruela símica fuera de África fue en 2003 en Estados Unidos y se relacionó con el contacto con perros infectados. La transmisión de animales a humanos se produce por contacto directo con la sangre, los líquidos corporales o las lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. La transmisión entre humanos es a través del contacto físico cercano, particularmente con las erupciones o a través de los fluidos.