El Programa Conjunto de las Naciones Unidas sobre el VIH/SIDA (ONUSIDA) publicó este miércoles su informe anual y advirtió que la pandemia de la covid-19 frenó los avances alcanzados en la lucha contra la enfermedad, debido especialmente a la interrupción del acceso a los servicios de tratamiento y prevención.
"Durante los dos últimos años, las múltiples y simultáneas crisis que han sacudido al mundo tuvieron un impacto devastador en las personas infectadas por el VIH, e hicieron retroceder la respuesta mundial a la pandemia del SIDA", remarcó la publicación que salió a la luz en el marco de la inauguración de la Conferencia Internacional sobre el Sida, celebrada en Montreal, Canadá.
Respecto a los datos del informe, se remarcó que, si bien las infecciones mundiales por el VIH continuaron disminuyendo el año pasado (un 3,6% en comparación con 2020), se trató de la menor reducción desde 2016.
Precisamente, se registraron aproximadamente 1,5 millones de nuevas infecciones por VIH en 2021, más de 4000 personas por día, y unas 650.000 personas murieron de SIDA el año pasado, lo que equivale a una muerte cada minuto.
En tanto, el número de personas seropositivas que accedieron al tratamiento aumentó en 2021, pero solo alcanzó los 1,47 millones, en comparación con los 2 millones de años anteriores. En este sentido, se trató del aumento más reducido desde 2009.
Los niños y las poblaciones vulnerables, los más afectados
La ONUSIDA precisó que las poblaciones más vulnerables, especialmente los pobres, son las más afectadas, y que la brecha en el acceso al tratamiento entre niños y adultos se está ampliando, en lugar de cerrarse.
Durante el año pasado, mientras el 70% de los adultos con VIH recibieron tratamiento antirretroviral, solo el 41% de los niños lo hizo. Eso se tradujo en que alrededor de 800.000 niños seropositivos no recibieron tratamiento.
Por otro lado, los niños representaron el 4% de la población que vivía con VIH en 2021, pero al menos el 15% de las muertes relacionadas con el virus, mientras que se precisó que las personas que se inyectan drogas, los profesionales del sexo y los hombres homosexuales siguen siendo las poblaciones de mayor riesgo.
Por último, la entidad llamó a comprometer fondos adicionales de inmediato para lograr el objetivo de poner fin a la epidemia de sida para 2030. Además, en 2021, los recursos internacionales disponibles para luchar contra el VIH fueron un 6% menos cuantiosos que en 2010.
"Los líderes no deben tomar esta enorme alerta roja como una señal de alto; Este informe no es una admisión de fracaso. Es un llamado a la acción", sentenció la directora ejecutiva de ONUSIDA, Winnie Byanyima.