El equipo que lleva adelante la querella por un abuso sexual perpetrado contra una niña de siete años en el Colegio San José de Rafaela denunció ayer a una médica pediatra de esa ciudad por haber declarado falsedades para negar la existencia del delito contra la niña, y al Ministerio Público de la Acusación que se negó a investigar tanto el abuso como a la médica, pese a las abundantes pruebas que la querella presentó del falso testimonio. Esa negativa "significó una revictimización para la niña, para su madre, su padre y su familia ampliada". Por eso, denuncian una "mayúscula y cruel violencia institucional, que vino a agregarse a los engaños y destratos que la familia sufrió de parte de autoridades del Colegio en los días posteriores a denunciar el abuso cometido". El abuso se cometió el 28 de julio de 2021 y las lesiones fueron constatadas por un ginecólogo, pero luego la médica incurrió en falso testimonio al decir que había visto a la misma nena 20 días antes del hecho, con las lesiones descriptas por el ginecólogo. La querella sabe que mintió porque el libro de guardia indica que la consulta fue por vómitos, y la única receta que hizo el día de la consulta fueron medicamentos para tratar una gastroenteritis. 

La conferencia de prensa que realizaron Paula Condrac, Guillermo Munné y Lorena Adorati, representantes de la familia de la nena, fue pródiga en datos sobre las medidas pedidas por la querella para hacer avanzar la investigación. "En octubre de 2021 demostramos que una médica pediatra cuya declaración en la causa había sido introducida por las fiscales, había declarado falsedades para desviar la investigación. Solicitamos entonces que en forma urgente se secuestre su teléfono y que se investiguen sus comunicaciones. En primer lugar se lo solicitamos a las Fiscales Fabia Burella y Ángela Capitanio, quienes se negaron a investigar; recurrimos al Fiscal Regional Diego Vigo, que sostuvo a las fiscales en su decisión de no investigar a la médica. Recurrimos ante el Fiscal General de la Provincia de Santa Fe Jorge Baclini para que aparte de la investigación a Vigo, Burella y Capitanio, y ponga al frente un fiscal con garantía de objetividad y transparencia ante quien sí pudieramos aportar nuestras pruebas y proponer otras nuevas. Aún no lo logramos", dijeron ayer ante periodistas de Rafaela. 

Ante la falta de respuesta, fueron a la Auditora General de Gestión del MPA Cecilia Vranisich, "quien no encontró nada raro en que las fiscales se nieguen a investigar". Recurrieron también ante la Jueza de la Investigación Penal Preparatoria Cristina Fortunato, quien accedió a elevar el requerimiento a la Cámara de Apelación Penal. La fiscal Burella recurrió la decisión, y la jueza dio marcha atrás. Fueron entonces a la Cámara de Apelación Penal. El camarista penal Cristian Fiz también responsabilizó de la situación al Fiscal General Baclini pero a la vez dejó claro que ante la negativa reiterada de investigar a la médica pediatra en la causa del abuso sexual, se podía hacer una denuncia penal autónoma contra ella, ante otro fiscal y abrir una nueva causa. Por eso, hicieron una nueva presentación ante el fiscal Gustavo Bumaguín, quien "sin hacer una sola diligencia" el 5 de julio pasado desestimó el caso y archivó el legajo. Actuó como si no existieran las pruebas que la querella presentó. 

Lo que hizo la médica -cuyo nombre no se difundió, aunque Rosario/12 pudo averiguar que es Natalia Soledad Weppler- fue falsear una consulta con la niña, veinte días antes del abuso, por vómitos, y decir que entonces había constatado lesiones vaginales. Sin embargo, la receta de medicamentos fue para tratar una gastroenteritis. 

"El abuso se cometió en un baño del Colegio San José en horas de la tarde del 28 de julio de 2021. Las lesiones de la víctima fueron constatadas esa misma noche por un reconocido médico ginecólogo de esta ciudad. En la causa obra agregado el esquema de la lesión constatada y la declaración testimonial del ginecólogo, que dan cuenta de esa lesión y de la presunción de abuso. Así como los registros electrónicos y audiovisuales de ingresos y acciones en el Colegio San José no fueron inmediatamente preservados, ni tampoco las condiciones de la escena del delito cometido, dudamos sobre el cumplimiento de la reserva que las fiscales debían tener de esta evidencia aportada por el médico ginecólogo", plantearon desde la querella. Es que la pediatra describió las mismas lesiones, pero inventó la historia, en una declaración ante el Ministerio Público de la Acusación. Dijo que 20 días antes del abuso había revisado ginecológicamente a la niña víctima en la Guardia de la Clínica Nacer, describió las mismas lesiones que el ginecólogo, para concluir que la niña se había autolesionado la vagina cayendo sobre un palo, o con conductas masturbatorias provenientes de la propia niña víctima, para lo cual le había recetado “una cremita”. Pero eso no es lo que dice la receta. "Esta médica encubridora aseveró que si bien en el libro de Guardia constaba que la niña fue por vómitos, cuando entraron al consultorio, la mamá reconoció que eso no era real e instó a su hija a que diga la verdad, o sea que iban por una lesión vaginal". 

La querella se chocó con una pared maciza construida entre la fiscalía y la médica. "La fiscal Burella, además de resistirse férreamente a investigar a la médica pediatra, litigó contra la querella para que nadie la investigue. Burella litigó contra los intereses y el acceso a la Justicia de una niña de siete años víctima de abuso sexual agravado en un colegio religioso, sin que el Fiscal Regional Vigo ni el Fiscal General Baclini ni la Auditora General del MPA Vranisich encuentren nada raro en esto", dijeron ayer los abogados. 

El equipo de la querella enfatizó que "claramente, la intención era plantar una prueba falsa, para crear la imagen de una nena que se autolesionaba al masturbarse. Pero se olvidó que había suscripto de su puño y letra una receta con dos medicamentos, señalando en el diagnóstico que la niña padecía gastroenteritis aguda. No existieron ni revisación ginecológica, ni lesión vaginal, ni palo, ni autolesiones, ni conducta masturbatoria, ni calcita ni cremita. Así lo probamos". 

Lo que hicieron fue buscar las recetas que debían haber buscado en Fiscalía. "La 'cremita' indicada para lesiones vaginales, no sólo es desmentida por esta receta que firma y sella la médica, sino que tampoco aparecen en ninguna otra receta, según informa el titular del Colegio de Farmacéuticos en fecha 23-11-2021", puntualizaron. 

Las preguntas que plantearon fueron varias. Una de ellas es por qué Burella y Capitanio no archivan la causa de abuso sexual ni tampoco investigan, conservando la titularidad de la acción penal. Y plantean una hipótesis: "¿para impedir su avance?". Otra de las preguntas es por qué el fiscal regional Vigo "no acepta ni desmiente que sus hijos son alumnos regulares del Colegio San José". Y dada esa situación, por qué no aceptó el pedido de la querella de excusarse.