"Yo era una persona alegre, ponía música en el comedor y bailaba mientras limpiaba. Ponía Los Palmeras y bailaba. Ahora no puedo ni estar en un lugar donde haya alegría". Lo dice Ana, la mamá de Sebastián Cejas, que murió delante de sus ojos, a manos de cuatro delincuentes que lo balearon a quemarropa para robarle el auto mientras esperaba a su padre frente al Hospital Español. Ella y otras tantas mujeres en su misma condición plantaron carpa y carteles en la vereda del Palacio de los Leones, y afirman que no se moverán de allí hasta que Omar Perotti las atienda.
La balacera criminal que segó la vida de Claudia Deldebbio y puso al borde de la muerte a su hija Virginia Ferreyra, el sábado en barrio Municipal, fue el nuevo asesinato que las decidió a salir a la calle y quedarse. Se trata del colectivo Familiares y Víctimas de la Inseguridad Rosario, que entre consignas como "Nos une el dolor", "Rosario no da para más", pintaron estrellas rojas sobre el pavimento. Luego salió a su encuentro el intendente.
Javkin se comprometió a gestionar una reunión con autoridades provinciales a cargo de la seguridad pública. El grupo acampante quiere que sea el gobernador en persona. En rigor, hasta ahora ha sido el ministro Jorge Lagna quien se ha referido públicamente a la situación de violencia urbana en la ciudad. No Perotti.
Hoy por la tarde el jefe municipal deberá volver hasta la carpa y contarles la respuesta de Provincia.
"Es que tenemos mucha impotencia, sentimos que el Estado se nos burla ante cada pedido de seguridad y justicia. Nadie se hace cargo y no actúan quienes deben hacerlo. Todos acá estamos muertos en vida, pero tenemos más hijos y la gente que pasa ahí enfrente, y no queremos que venga mañana otra persona más vistiendo una remera como nosotras, con la cara de un ser querido al que mataron". Lo dijo Patricia, madre de Rocío Romano, que murió el 19 de setiembre de 2021 en barrio Tablada, durante una balacera contra una fiesta y de la que ella fue víctima fatal. La causa no tiene avances, tampoco detenidos.
Juana y Ester, más tajantes, marcaron su desencanto con las promesas y anuncios repetidos sobre más policías. "Exigimos que pongan lo que hay que poner para terminar con la delincuencia, y si no que se vayan. Con patrullas, gastan plata en autos, no sirven", dicen.
Son la madre y la hermana de Fabián Iunnisi, asesinado el 14 de febrero de 2021 en su casa de Mendoza al 4600, por el complot de tres personas que quisieron robarle la escritura de su vivienda. "Tenemos hijos, nietos y no queremos que otra familia de Rosario tenga que usar una de estas remeras con la cara de familiares muertos. A nosotros nos cambió la vida para siempre, no volvemos a reír nunca más, y no queremos que ustedes pasen por esto. Parece que el gobierno se nos burla en la cara por tantas veces que les pedimos que nos protejan. Nos prometieron una junta provincial de seguridad una vez al mes y fueron dos reuniones y nunca más nada", recriminó Ester.
En diálogo con Rosario/12 contó que el 9 de julio pasado la familia celebró el cumpleaños de 15 de una sobrina, ahijada de Fabián. "Parecía un velorio, la vida se nos transformó para siempre. Somos fantasmas, y también somos fantasmas para el gobierno, pero porque no nos ve. Nadie nos ve", lamentó y señaló el tránsito indiferente sobre Buenos Aires y Santa Fe.
"La gente no se pone en nuestro lugar, nos miran por TV, lo lamentan, dicen que no les gustaría estar en nuestro lugar, pero se quedan en eso, y desgraciadamente un día cualquiera uno de ellos viene a nosotros con una remera como esta", advirtió Patricia.
Con el mismo pesar habló Elizabeth, y en su remera sonreían su nieta Auriazul de 6 años, su hija Aymará Altamirano, su yerno Rodrigo Morera. Los tres fueron asesinados el 6 de mayo cuando entraban a visitarla al pasillo de Garibaldi 57. Unos hombres armados los ejecutaron al confundirlos con otra pareja a la que perseguían en esa zona del barrio Tablada.
Los testimonios se encimaron, historia sobre historia. Los deudos se enfrascaron en una discusión sobre cultura de trabajo, exclusión social, punibilidad de menores, oportunidades, corrupción, amor y odio. Ahí quedaron hasta que alguien del gobierno los atienda.