La sesión de fotos protagonizada por la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, en la revista de moda Vogue junto a su marido, el presidente Volodimir Zelenski, generó numerosas críticas en las redes sociales al considerarla una frivolidad en medio del conflicto entre Kiev y Moscú. El retrato de Zelenska es portada del nuevo número de la publicación, mientras que en sus páginas posa junto a mujeres soldado o en pareja con Zelenski en la oficina presidencial.
Las imágenes tomadas por la célebre fotógrafa Annie Leibovitz complementan un perfil de Zelenska en el que se mezclan conversaciones sobre su estilo y su experiencia como primera dama durante la invasión rusa. Según la cuenta de Instagram de Vogue, el artículo titulado "Retrato de valentía" también aborda temas de la pareja presidencial, como "la vida en tiempos de guerra" y "sueños respecto al futuro de Ucrania".
Debajo de las fotos publicadas, los usuarios dejaron cientos de comentarios como "Esto de que posen en una zona de guerra no es de mi agrado...", "No hay que romantizar la guerra, Vogue" o "El país en guerra y la primera dama dando una entrevista a una revista de moda. No pueden ser más frívolos".
Glamour o falta de ética
Las reacciones en el mundo han sido ambivalentes. Por un lado, están los que defienden la romantización del conflicto; aseguran que es una estrategia de comunicación para que los reflectores sigan puestos en Ucrania después de cinco meses de guerra. Por el otro, muchos señalan que se trata de una propaganda frívola que le falta el respeto a las víctimas del conflicto y que no obedece a una línea de comunicación ética de parte de Kiev.
"El conflicto en Ucrania ha sido sumamente mediatizado y muy manipulado también desde los medios occidentales. Las fotografías de Zelenski y su esposa en un campo de batalla son una falta de respeto importante a todas las víctimas", asegura a la agencia de noticias Sputnik Michelle Balderas, especialista en asuntos internacionales del Grupo de Estudios Sobre Eurasia (GESE), un colectivo compuesto por académicos mexicanos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio de México (Colmex) y la Universidad Anáhuac.
"La aparición de Zelenski y Zelenska en la revista Vogue no es una sorpresa", dice la experta. Desde el minuto uno en que se iniciaron las tensiones entre Kiev y Moscú, el presidente de Ucrania se ha encargado de mediatizar todo. Apenas llevaba unos días el conflicto cuando, recuerda, Zelenski se convirtió en toda una celebridad en TikTok. Al mismo tiempo, la narrativa de los medios occidentales apuntalaba el carácter de héroe solitario que defiende a su pueblo de amenazas externas.
"Es algo entendible si tomamos en cuenta sus orígenes. Antes de convertirse en presidente, Zelenski fue actor de series y telenovelas cómicas muy famosas en Ucrania. Parte de su campaña electoral se llevó a cabo cuando se realizaba la cuarta temporada de su serie [Servidor del pueblo]. Algunas cosas que ha llevado a cabo durante el conflicto forman parte del guion del personaje que representó en la televisión", agrega la también experta del Centro de Relaciones Internacionales de la UNAM.
La mirada Vogue del mundo
Una parte del reportaje publicado en Vogue dice: "En Ucrania, decenas de miles de mujeres han estado en el frente, incluso en combate, y el papel de Zelenska se ha ido orientando cada vez más hacia la diplomacia de primera línea". Enseguida, Olena Zelenska aparece en una imagen glamorosa, de estética sombría, entre las ruinas de lo que parecía ser un avión y acompañada de varias soldados mujeres ucranianas. Las militares miran imperturbables hacia diferentes direcciones, como las modelos que desfilan en las Semanas de la Moda. La primera dama, ataviada con un abrigo azul casi perfecto, hecho a la medida, y una melena aparentemente despeinada, mira hacia el horizonte en el aeropuerto Antonov de Hostómel.
"¿Hay un nivel más bajo de abstracción y reducción de un problemática que la portada en una revista de moda? El conflicto es mucho más repugnante y menos edulcorado que las imágenes de él y su esposa con el drama del conflicto como escenario", cuestiona también Fernanda Ramírez, comunicóloga y experta en solución de crisis políticas en América Latina.
Sin embargo, detrás de estas imágenes, asegura, hay una estrategia de comunicación bien pensada que va más allá de la banalización del conflicto. Aparecer en Vogue, dice, es una forma de mantener a Ucrania en la agenda de todos los medios y organismos internacionales. "El presidente [Zelenski] supo muy bien qué ganaba y qué perdía con la publicación", observa la directora de la agencia Comunicación Spread.
Vogue, revista de moda y estilo de vida fundada en Estados Unidos en 1892, siempre ha estado acostumbrada a mostrar los protagonismos de los tiempos. No importa si se trata de un conflicto internacional, una ola de discriminación o una lucha racial: la línea editorial de Vogue, apunta Ramírez, siempre ha ido de la mano de una agenda internacional bien marcada. Por eso han aparecido rostros como los de Malala Yousafzai, activista pakistaní quien sufrió atentados cuando tenía sólo 15 años. "Está claro para ellos [Vogue] lo importante es tener las caras del momento en la portada, vender y, por supuesto, trascender".
"No sé qué tan noticia siga siendo para el mundo el conflicto en Ucrania, cuando la inflación se come el dinero de los europeos, de los estadounidenses y todo apunta a que se va a una recesión mundial. Zelenski necesita mantenerse vigente porque forma parte de su campaña de relaciones públicas global. ¿La pertinencia o no? Dependerá de si gana el conflicto, y si esta exposición mediática lo ayuda a seguir consiguiendo armas [en Occidente]", señala Ramírez.
Una gota de lujo en el país más pobre de Europa
Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), Ucrania es el país más pobre de Europa. Su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita es el más bajo de la zona: cada ucraniano gana unos 4.960 dólares al año, menos que en otras naciones como Armenia, Moldavia o Georgia. Y mucho menos que en Francia o Alemania.
El hecho de que Ucrania sea uno de los países más rezagados también levantó críticas al protagonismo de Zelenski y su esposa en Vogue, una revista que, históricamente, ha estado dirigida a un público de alto poder adquisitivo cuyos intereses giran en torno a la moda, el estilo de vida, la belleza y el arte más elitista.
"Vogue trae un sello de lujo muy claro, dirigido hacia cierto tipo de público, y por eso hubo quien tomó la publicación como una forma de sensibilización hacia el conflicto. Sin embargo, también existen posturas muy críticas que apuntaron a la banalización de una tragedia. En un contexto en el que estamos, de altísima polarización mundial, creo que es un evento que no será aceptado de forma consensuada", asegura Claudio Flores Thomas, experto en comunicación por la Universidad Iberoamericana y expresidente de la Asociación Mexicana De Agencias de Inteligencia de Mercado y Opinión Pública (AMAI).