La progresión del discurso público de Mauricio Macri, algún día, será estudiada como el camino de un empresario devenido dirigente político y extremadamente coucheado y encorsetado en un parámetro de qué decir y qué no, como decirlo... hasta el final de su presidencia. Luego, es probable que se vea la línea por la cual Macri hizo un descenso a abandonar todos los filtros y decir lo que piensa, en parte porque ya no paga a los Jaime Durán Barba que lo asesoren, y en parte para sintonizar con las alt-right (derechas alternativas) del estilo de Javier Milei. Por eso, es que el expresidente dijo en un encuentro con empresarios en Bariloche que "hay que retomar el rumbo iniciado en la década de los '90".
Quien conozca la historia de Macri como empresario contratista del Estado en los años noventa no debería sorprenderse de que haya dicho eso. Macri durante el gobierno de Carlos Saúl Menem se reconocía como menemista, algo que tiempo después aprendió a ocultar. Pero nunca perdió el amor por esa época. En los años de Durán Barba, el verdadero Macri solo se veía cuando se le soltaba la cadena y hablaba sobre los piropos a las mujeres, el "caer en la educación pública" o llamaba "motochorros" a los motociclistas.
No obstante, en un proceso creciente desde que perdió en las PASO de 2019, Macri fue abandonando todo prurito por la corrección política. El ascenso de las derechas que se llevan puesto cualquier consenso democrático y -en particular en la Argentina- la aparición de figuras como Milei hizo que el proceso que había arrancado Macri se acelerara y que el ex presidente comenzar a hablar ya sin seguir los consejos que en otras épocas consiguieron vestirlo con ropajes de moderado.
Algo de esto se vio cuando el expresidente interrumpió sus vacaciones ya habituales en el country Cumelén de Villa La Angostura para ir a encontrarse con gente como uno, es decir, con empresarios y exfuncionarios de su Gobierno en San Carlos de Bariloche. Allí, en un encuentro en el hotel Inacayal, Macri se refirió a la realidad económica, mientras lo escuchaban algunos empresarios locales como Hugo De Barba, Mariano De Miguel, Leonardo Marcasiano, Eduardo Caspani, Alberto Del Giúdice y el presidente de la Cooperativa de Electricidad Bariloche, Carlos Aristegui, entre otros.
Entre la comitiva que lo acompañó, estaba su extitular de Medios Público Hernán Lombardi, su exsecretario de Seguridad Eugenio Burzaco (probable candidato en Bariloche), el legislador de Río Negro Juan Martín, el exdiputado Sergio Wisky y el dirigente local Sergio Capozzi. El encuentro entre empresarios y dirigentes, que duró unos 45 minutos, fue cerrado a la prensa.
Pero luego Macri tuvo un breve contacto con los periodistas. Y allí fue donde dijo que, ante la situación económica, "hay que reaccionar y retomar el rumbo iniciado en la década de los '90 y después en 2015". Por "rumbo" Macri entiende las grandes reformas que propuso en 2017: una previsional, para acotar las jubilaciones; una laboral, para terminar con derechos adquiridos y una tributaria, que apunta a -como hizo en su gobierno- restar impuestos a los más ricos.
"Vine a decirles que, más allá de que sé la angustia y la preocupación que vivimos los argentinos por el presente, que lo dije, que no era muy optimista por el presente, sí soy optimista por el mediano y largo plazo de la Argentina", aseguró Macri, quien dio al Gobierno actual por terminado. "Hay que aguantar las elecciones y el nuevo cambio de gobierno; vamos a retomar el rumbo correcto que llevaba la Argentina entre 2015 y 2019 y esperemos todos juntos construir el futuro que todos queremos", aseguró.
Sobre las medidas para que los empresarios rurales liquiden la cosecha, Macri se mostró en contra: "Necesitamos estabilidad, no más parches. Un Gobierno que tenga un plan, un rumbo claro, hace dos años y medios que Argentina está perdida". Macri hasta ahora no aclaró si será o no candidato en 2023, una duda que carcome incluso a dirigentes de su propio espacio como Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich. El expresidente juega al misterio e intenta mantenerse, de esa forma, en el centro de la escena. Lo cierto es que se muestra muy activo en reuniones como la de Bariloche y también con dirigentes políticos, intendentes y otras figuras.
Si Macri decide lanzarse, deberá de mínima competir con Larreta (que ya dijo que su decisión no depende de lo que haga Macri), y es menos claro qué hará Bullrich, que comparte prácticamente todo el electorado con el ex presidente. Además, deberá enfrentar a algun candidato del radicalismo, como Gerardo Morales, quien volvió a dedicarle una crítica al ex mandatario: dijo que en 2023 "vamos a llegar con plan y habiendo aprendido de los errores cometidos. No vamos a llegar como en el 2015, que llegamos sin un plan de gobierno". Es decir, lo contrario de lo que viene afirmando Macri sobre sí mismo.
Tras hacer esas declaraciones Macri se dirigió al aeropuerto para volver a su lugar de descanso y continuar, ahora sí, con sus vacaciones.