Durante el mediodía de ayer, un hombre de 82 años denunció que fue amedrentado con hachas, palos y piedras por parte de uno los 3 grupos “pro-mineros” que están acampando en Choya, departamento Andalgalá. En la denuncia, a la que tuvo acceso Catamarca/12, explicó que habían ido en busca de señal para celular para comunicarse con sus familias, pero no les permitieron bajarse del auto.

Según explicó uno de los testigos del hecho a este diario, se trataría de otra arista del conflicto por la actividad minera en Minas Capillitas que originó el inicio de un acampe en abril de este año por parte de los pobladores de la localidad de Choya quienes tienen sus fincas en la localidad y se niegan a que continúe la actividad en la zona.

“Hace casi dos meses, hombres del lugar que no tienen trabajo comenzaron un acampe en contra de los defensores del agua de Choya. A ellos, entiendo que la minera les colocó un conteiner  con grupo electrógeno para que puedan estar en la zona, y se ubicaron estratégicamente en los kilómetros 45, 60 y 68 de la ruta provincial 47 para defender la actividad minera”, contextualizó Raúl Barrionuevo, el testigo.

En la denuncia radicada, el denunciante, de apellido Cardozo, cuenta que se trasladaba en un vehículo, a la altura del kilómetro 45 de la ruta mencionada, junto a otras dos personas cuando fueron abordados por 13 hombres y una mujer, la mayoría encapuchados, que provenían de un acampe ubicado a unos 200 metros del lugar. Desde dentro del vehículo, los sujetos fueron filmados en el momento en que rodeaban el auto portando hachas, palos y piedras.

La policía colocó un destacamento.

“Entendemos que esas personas son quienes se metieron al acampe de los vecinos y se llevaron frazadas, elementos de cocina y rompieron los tachos de agua. Son hombres sin trabajo con quienes nadie quiere pelear, y creemos que les pagan 40 mil pesos por estar ahí y hacer eso. El problema es que yo mismo los he denunciado y sabemos que las denuncias nunca llegan a destino, siempre quedan cajoneadas en Andalgalá. No tenemos mucha esperanza ya”, aseguró Barrionuevo.

Desde hace un mes, la policía de la provincia también colocó un destacamento en la misma ruta a la altura del acampe anti- minero. “Dicen que es para protegernos y cuidarnos. Pero todos sabemos para qué están. Yo sólo soy un productor de 74 años que solo sé trabajar, en Choya tengo mi finca de nogales, almendros, ciruelas y sabemos que nos quieren llevar a un barrio alejado y perderemos todo esto. Cuando comiencen las explosiones el aire será irrespirable para todos”, concluyó.