La relatora especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU), Mary Lawlor, advirtió por los ataques a migrantes en la frontera con Estados Unidos, mencionando en particular el secuestro de un pastor que dirige una red de refugios.

Este caso "muestra el riesgo extraordinario que corren los defensores de los derechos humanos para brindar apoyo básico en la región. Esto es inaceptable", denunció Lawlor, para luego referirse al secuestro y posterior liberación del pastor bautista Lorenzo Ortiz, quien fue “amenazado e intimidado por cárteles locales en el pasado", pero cuyo riesgo de vida "ahora ha aumentado drásticamente".

Ortiz fue secuestrado por primera vez el 2 de junio por un cártel local de contrabando de personas, junto con 10 migrantes a los que albergaba, informó la ONU. La banda criminal acusó al religioso, que dirige una red de refugios sin fines de lucro en ambos lados de la frontera, de robar su negocio de tráfico de personas, al no creerle que ayuda a los migrantes de forma gratuita.

El grupo dedicado al tráfico de personas exigió 40.000 dólares por la liberación de Ortiz. “La movilización rápida y eficiente de las autoridades nacionales, la sociedad civil y la comunidad local presionó a los cárteles para que liberaran al pastor Ortiz, ileso y sin (el pago de) rescate”, dijo Lawlor.

“Aunque me complace que las autoridades respondieran a tiempo y con suficiente demostración de fuerza para asegurar su liberación y la de los migrantes, me preocupa profundamente la situación de los defensores de los derechos humanos” en la zona, cuestionó la relatora especial. El llamado de la relatora fue respaldado por el relator especial sobre los derechos humanos de los migrantes, Felipe González Morales.

A pesar de la liberación, Ortiz sigue bajo la vigilancia constante de sus secuestradores, “quienes hacen visitas sin previo aviso a su refugio y han prometido 'vigilarlo de cerca'”, señaló la ONU

Ataques a religiosos en México

A fines de junio, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos condenó el asesinato de dos sacerdotes jesuitas en México. Los religiosos Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, junto con el guía turístico Pedro Palma Gutiérrez, fueron asesinados por hombres armados al interior del templo de una comunidad en Chihuahua, sobre la frontera con Estados Unidos.

El organismo autónomo de la Organización de Estados Americanos advirtió que "estos hechos se enmarcan en un contexto de violencia conocido en el estado de Chihuahua”. Además, detalló que las comunidades indígenas sufren violencia y desplazamientos forzados "ante supuestos conflictos entre cárteles de narcotráfico".

El atacante habría matado a los jesuitas luego de que estos prestaron auxilio al guía turístico, quien huía del asesino. Palma “escapó y llegó policontundido al templo del pueblo, donde fue auxiliado por los religiosos, quienes también fueron privados de la vida y cuyos cuerpos fueron recogidos por el agresor”, señaló la fiscalía tras encontrar los cuerpos.