Ante el anuncio de Sergio Massa como el nuevo "superministro" en el Gabinete, este jueves también se supo de la salida de Gustavo Beliz al cargo de secretario de Asuntos Estratégicos. En su lugar irá la hasta entonces titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
Por su parte, Carlos Castagneto, quien hasta hoy se desempeñaba como Director General de los Recursos de la Seguridad Social dentro de AFIP, ocupará la titularidad del organismo de recaudación.
Quién es Mercedes Marcó del Pont
Oriunda de la Ciudad de Buenos Aires, Marcó del Pont se licenció en 1982 en Economía en la UBA. En 1987 realizó un máster en Economía internacional y Desarrollo en la Universidad de Yale, Estados Unidos, y en 2019 fue designada directora de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP).
Trayectoria profesional
Durante los años 1989 y 1991, se desempeñó como asesora en Industria Petroquímica en la Secretaría de Planificación de la Presidencia de la Nación. Ha sido asesora de gabinete del Ministerio de Producción de la Nación y de la Dirección General de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires.
Asimismo, fue consultora e investigadora en diversos proyectos económicos, publicando trabajos y libros en la misma materia. Fue consultora del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
Ha desempeñado funciones en el Instituto de Desarrollo Económico (IDES), en el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) y en el Consejo de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Se encuentra estrechamente relacionada con Héctor Valle, presidente de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE). Durante la década de 1990, ambos rechazaron la convertibilidad, la desregulación energética y la privatización de YPF.
Como economista forma parte de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo (FIDE), siendo Directora desde el año 199.
Presidenta del Banco Central
En 2010 asumió la presidencia del Banco Central de la República Argentina anunciando que su objetivo sería buscar la estabilidad y la profundización del modelo económico añadiendo que "las políticas monetarias y cambiarias serán absolutamente razonables".
En línea con su pensamiento desarrollista remarcó que la emisión monetaria no genera inflación sino que dicho problema es multicausal y residía además en la oferta, manejada por un sector empresario oligopólico y concentrado, que tendió a compensar su baja productividad exigiendo la devaluación del tipo cambiario.
Durante su gestión se implementó una regulación para adquirir dólares para atesoramiento, como parte de una estrategia de regulación "macroprudencial de la cuenta de capital" del país.
Además, incorporó una normativa sobre los créditos a la producción "líneas de inversión productiva" (LIP), un cupo de financiamiento en pesos a 36 meses dirigido a empresas, particularmente a PyMEs.
Durante su gestión, las reservas alcanzaron un récord histórico de 52.000 millones de dólares.