Unos 448 mil hogares de la Argentina no tienen agua y otros 680 mil permanecen sin saneamiento: en todos los casos, se trata de familias con necesidades básicas insatisfechas, precisa la Plataforma del Agua, una herramienta virtual que posibilita conocer datos y mejorar estrategias de gestión y acceso al agua en los territorios. Y si bien domina la idea de que el problema se resolvería con más obras, la investigadora, docente y extensionista del Instituto de Estudios sobre la Ciencia y la Tecnología de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), Paula Juárez, viene a poner en cuestión ese imaginario.
“Luego de muchos años de trabajar en distintas provincias, principalmente en el norte del país, hemos observado y analizado que esa forma restringida de definir el problema y la solución ha generado que se hagan grandes inversiones en obras, pero sin pensar el desarrollo territorial, ni el sostenimiento de esos sistemas, ni en construir capacidades locales, o prever escenarios climáticos o de conflicto socioambiental”, dice Juárez, quien junto con un equipo de investigadorxs trabaja hace más de una década en el análisis de procesos de innovación, construcción de conocimientos y tecnologías orientadas a resolver problemas sociales y ambientales en diferentes áreas, entre ellas, la relacionada con el acceso al agua y el saneamiento en la Argentina y América Latina, detalla un informe conjunto de la Agencia de Noticias Científicas de la UNQ y el proyecto interuniversitario Saberes Científicos.
El equipo busca “desandar el eje de discusión del ´sentido común´ de los problemas y las soluciones, y (re)pensar las formas de planificar, para generar dinámicas de desarrollo inclusivo sustentable”, entendiendo el agua en su relación con la salud, la alimentación, el hábitat y los ecosistemas. “Las y los ciudadanas y ciudadanos no son consultadxs para esas decisiones, y al final son ellxs quienes lidian con los problemas de las soluciones”, sostiene la investigadora y señala, a modo de ejemplo, el norte del país, como “un gran cementerio de soluciones tecnológicas puntuales y aisladas, respuestas que no han sido adecuadas para las poblaciones”. Santiago del Estero, Salta, Chaco, Misiones, Formosa y Tierra del Fuego se encuentran entre las provincias más perjudicadas, mientras que, de los 448 mil hogares sin acceso a agua de red en la vivienda, un poco más de un cuarto corresponde a la Provincia de Buenos Aires.