A pesar de la oposición de organizaciones ambientales, parte de la ciudadanía salteña y el grupo más jóven de los ediles de la cuidad de Salta, en la última sesión del Concejo Deliberante se aprobó el proyecto de ampliación del Teleférico Salta, la construcción de una extensión del transporte por cable tipo desde el Cerro San Bernardo hasta el Cerro Ala Delta.
Una de las voces en contra fue la de la organización ambientalista ECO House, que minutos antes de la sesión seguía enviando argumentos a los ediles para que no aprobaran la obra. La organización denunciaba una serie de irregularidades en el proceso que incluyeron la compra de góndolas y torres "a una empresa denunciada por refacturaciones". Y que, en 2019, "en época de elecciones comenzaron hacer desmontes, caminos y pozos, sin contar con los estudios y permisos previos correspondientes".
Esta situación fue denunciada en su momento por vecinos y vecinas y las organizaciones, logrando una medida cautelar de la justicia salteña en 2019. Desde ese momento, la obra quedó paralizada pero se reactivó después de que la Municipalidad de Salta emitiera el Certificado de Aptitud Ambiental Municipal (CAAM) y se realizara la audiencia pública, en mayo de este año. Sólo restaba la aprobación del Concejo Deliberante de la capital salteña para su puesta en marcha.
En ese sentido, y después de la aprobación, la representante de ECO House en Salta, Luciana Franco, insistió ante Salta/12 en que el proyecto "empezó de manera irregular e ilegal". La ambientalista reconoció el trabajo de los vecinos y vecinas para frenar la obra, a través de una orden de la Justicia. Esto provocó que después de la medida judicial, el proyecto original fuera reducido, ya que se eliminaron los ítems que involucraban la creación de un área de gastronomía y negocios afines, que "iban en contra de la protección de la Reserva Natural" de Uso Múltiple de las serranías del este de la ciudad.
No obstante, Franco dijo que hay sospechas de que esta parte del proyecto puede retomarse en cualquier momento, debido al poco control que se previó, ya que en la sesión del miércoles último el Concejo solo aprobó la creación de una Comisión de Control, sin definir objetivos ni facultades de acción. También criticó que el proyecto no se presentó de manera completa. "Ahora que lo dieron por aprobado, pueden surgir cualquier tipo de modificaciones", alertó.
La iniciativa fue planteada por Teleférico Salta - Sociedad del Estado, empresa que explota actualmente el servicio de teleférico que parte de la estación en el Parque San Martín y llega a la cima del Cerro San Bernardo, uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad. En esta ampliación del teleférico, se prevé la construcción de una base para la torre y la infraestructura destinada a sostener y hacer correr dos góndolas para 15 personas cada una.
"En Argentina se declaró la crisis climática y ecológica en 2019, y parece que en Salta todavía no tienen en cuenta la crisis climática y ecológica que vivimos", cuestionó Franco. En ese sentido, manifestó que siempre impulsan que "se tienen que empezar a hacer las cosas de manera diferente", es decir, desde el concepto de un desarrollo sostenible, que involucraría una nula o mínima intervención en las reservas naturales, evitando, por ejemplo, la creación de nuevos senderos y caminos a los ya existentes.
La ambientalista contó que incluso le plantearon a los ediles la posibilidad de hacer un "proyecto superador que realmente impulse un turismo sostenible y que además, sea innovador", ya que consideraban que la propuesta de la sociedad del Estado "no viene a sumar demasiado a lo que ya hay". "Si realmente hubiera una voluntad de un turismo sostenible y sustentable, hubieran presentado una mejor idea", expresó.
A modo de ejemplo, nombró la utilización de pasarelas para que los visitantes no afecten el suelo de la reserva, las visitas guiadas educativas y el avistamiento de flora y fauna del lugar. "Hubiera sido muy positivo que se proponga algo de este estilo y no seguir con las mismas ideas de hace 30 años", manifestó.
ECO House existe en el país desde hace 6 años, pero en la provincia están presentes desde hace año y medio, con un grupo de más de 40 voluntarios y voluntarias, en su mayoría jóvenes. Franco dijo que esta particularidad etárea se debe a que las juventudes son "mas conscientes de los problemas y las consecuencias ambientales que estamos heredando". "Sabemos que hoy es necesario cambiar, pero, aún así, se sigue perpetuando esta realidad que nosotros, los jóvenes, vamos a tener que vivir", precisó en referencia al proyecto aprobado.
También cuestionó que una de las propuestas que se hizo durante la sesión, que duró casi 4 horas, fue que se refuerce el control del proyecto. Pero finalmente, el pedido quedó desestimado y se aprobó el proyecto original que incluía la creación de una Comisión de Control, pero sin definir sus facultades de acción. La ambientalista dijo que "si no quieren que se controle, es porque están cómodos haciendo las cosas de manera equivocada". Por lo que adelantó que se mantendrán alertas siguiendo la ejecución del proyecto.
En las denuncias previas que realizó ECO House también se resaltó que no se permitía el acceso al expediente a pesar de que se trataba de un documento público, y que el Centro de Investigaciones Fiscales (CIF) realizó un análisis haciendo numerosas observaciones que fueron ignoradas. "Siendo este un proyecto especial por tratarse de una reserva natural, no fue tratado como tal y se alteraron todos los procesos con el único fin de avanzar", expresó en semanas previas al tratamiento en el recinto del Concejo Deliberante de la ciudad.
La juventud desoída
A pesar de que se aprobó el proyecto de ampliación del Teleférico, la iniciativa contó con los votos en contra de Ricardo Colque (Salta Independiente) y de Agustina Álvarez Eichele y Pablo López (Juntos por el Cambio +). Se abstuvo de votar, la segunda vicepresidenta del Concejo, Paula Benavides (SI). Quienes votaron en contra son los ediles más jóvenes del cuerpo legislativo.
Colque dijo a Salta/12 que los hoy adultos "no han tenido muy presente la situación del medio ambiente". A modo de ejemplo, destacó que en Argentina se deben garantizar 9 metros cuadrados de espacio verde por persona, pero en la provincia sólo se tienen 6 metros, lo que implica una clara reducción de espacios verdes a lo largo de los años.
Y añadió que con la iniciativa aprobada en la última sesión, "es difícil darle un lugar al pulmón de nuestra ciudad". "No sólo en este lugar (por el cerro Ala Delta), sino también por el espacio donde está la Cerámica Alberdi", y otros espacios del norte de la capital salteña.
Insistió en que lo discutido en el recinto es una cuestión ambiental en un marco de crecimiento del calentamiento global. "Si no le damos importancia hoy, a futuro sabemos que vienen muchas problemáticas, y es preciso que nos movilicemos por este tipo de acciones", advirtió. Es por ello que presentó un proyecto de promotores ambientales, para trabajar con organizaciones afines y delinear actividades y capacitaciones conjuntas, para desarrollar un futuro plan de saneamiento ambiental.
El edil también se refirió a las distintas prácticas de deportes, como el ciclismo, que se realizaron históricamente en la zona afectada por la obra y que ahora se verán impedidas de ejecutarse por la puesta en marcha del proyecto. En su caso particular, realiza ciclismo y sostuvo que el Cerro Ala Delta es uno de los lugares que tienen los deportistas para realizar sus entrenamientos.
Ante esa situación, contó que se reunió con diferentes autoridades del Ejecutivo municipal para saber qué alternativas se están pensando con respecto al deporte, pero no obtuvo ninguna respuesta clara. "Sin un lugar para entrenar es grave porque a futuro no sabemos cómo se va a desarrollar la actividad", expresó.
En el caso de la concejala Agustina Álvarez, dijo a Salta/12 que la aprobación final le generó "mucha molestia y frustración". Durante la sesión, la edila subrayó las irregularidades observadas en el proyecto y también propuso fortalecer el control, pero cada petición fue desoída. "Son incontables las irregularidades que se tuvieron desde antes de la aprobación", recriminó.
"Me expresé sobre esa preocupación porque la gente y ninguna sociedad, sea privada o del Estado, puede hacer lo que quieran y recibir una especie de premio", dijo en referencia al voto positivo que obtuvieron las autoridades del Teleférico. La concejala insistió en que buscó reforzar los órganos de control, dado que en proyectos anteriores "el Ejecutivo municipal ha hecho distintas interpretaciones, a la vez, que nos quitó facultades". A modo de ejemplo, mencionó la aprobación del crematorio de la empresa Pieve.
En tanto, su par de bloque, Pablo López, dijo en la sesión que es preciso "trabajar en un turismo mucho más sustentable, para que el progreso no se lleve por delante nuestro ambiente”.