El dólar blue perforó los 300 pesos, con un retroceso de 18 pesos, que lo ubicó en 296. Algo similar ocurrió con el contado con liquidación, el cual bajó hasta los 288 pesos, marcando un retroceso de 10,4 por ciento en la jornada. A su vez, el dólar mep finalizó en 277 pesos, al descender 8,1 por ciento.
La brecha cambiaria bajó abruptamente en las últimas jornadas, luego del anuncio de cambio de gabinete, y se acompañó de un fuerte rebote en el precio de los bonos en dólares, de la baja del riesgo país y del salto de las acciones.
Suba de los bonos
Algunos títulos como el Global 2046 marcaron alzas de más del 8 por ciento este viernes. Otros bonos como el AL30 subieron al 6 por ciento. La situación permitió una nueva caída del riesgo país del 5,6 por ciento, que lo ubicó en 2395 puntos. Es una cifra que muestra la volatilidad del mercado. A inicio de la semana estaba cerca de superar los 3000 puntos.
Por el lado de los bonos en pesos también hubo un avance de precios. Se destacó el alza del 0,4 por ciento del tx26, que cerró el mes acumulando un aumento del 25,9 por ciento. Este título ajustado por inflación había sido uno de los más castigados a mediados de junio cuando se inició la corrida contra la deuda en pesos y que luego impulsó el aumento de los dólares financieros.
En el plano cambiario, si bien retrocedieron el tipo de cambio blue y los negociados en la bolsa, sigue habiendo presione sobre la cotización oficial. El Banco Central vendió 140 millones de dólares en la última jornada de julio. La principal explicación es la alta demanda de divisas para compra de energía. Este viernes habría sido de 200 millones.
Las medidas que vienen
En los informes del mercado circulan posibles estrategias para la política económica en las próximas semanas, que en la mayoría de los casos tienen coincidencia. Incluyen aumento de tasas de interés en pesos, consolidación fiscal y una posible corrección del tipo de cambio oficial.
Este programa de estabilización convencional que esperan los inversores explicaría el cambio de humor de los inversores con activos bursátiles argentinos. Aunque las expectativas de los fondos, empresas y otros actores del mercado dieron muestras sobradas de su capacidad para moverse de un extremo a otro.
Algunas consultoras ya empiezan a marcar que los problemas de fondo de la macroeconomía siguen vigentes, destacando principalmente la elevada inflación y la falta de reservas internacionales. En este punto, agosto es un mes clave, puesto que son las últimas semanas en que la demanda de energía presiona el mercado de cambio y todavía no ingresa la liquidación de la cosecha fina.
El desafío de la inflación
Desde la consultora 1816 indicaron que “agregarle dosis de pragmatismo a la política económica del oficialismo puede ser condición necesaria pero nunca suficiente para evitar la implosión de la macro, que enfrenta desafíos tan importantes como urgentes”.
Aseguraron que “actualmente la inflación está en la zona de los tres dígitos (anualizando lo que pasó los últimos meses) y lo peor es que el atraso de precios relativos (tipo de cambio oficial y tarifas), junto al elevado stock de títulos en moneda local (Leliq y títulos del Tesoro en manos privadas), hacen pensar que la nominalidad va a empeorar antes de que Argentina pueda volver a tener la inflación de un país normal”.
La situación del dólar oficial y la falta de reservas es uno de los puntos de más urgencia. En el Banco Central anunciaron distintas medidas para pasar las presiones del frente externo de agosto. Por un lado ofrecieron un régimen de promoción a las exportaciones para los productores de soja, con el objetivo que se acelere la venta de la oleaginosa guardada en silobolsas.
La promoción de exportaciones
Algunas estimaciones oficiales indican que podrían entrar más de 2000 millones de dólares a partir de esta medida, que le permite al complejo agropecuario cubrir el 70 por ciento de sus ventas con un depósito a la vista ajustado al dólar oficial, y el 30 por ciento restante usarlo para comprar divisas al tipo de cambio solidario (esto es con el recargo del Impuesto País y adelantos de Afip).
Por otro lado se anunciaron también medidas para bajar las presiones e incentivos a la dolarización. Por ejemplo, esta semana se subió en más de 8 puntos la tasa de interés en pesos, y para los ahorristas minoristas los plazos fijos rendirán arriba del 80 por ciento anual. Se suma también a otras herramientas como la que limitaron la tenencia de cedears de las empresas y otras regulaciones en compras con la tarjeta en moneda extranjera (coma la de no permitir comprar con financiamiento en cuotas de productos de afuera que se entregan bajo modalidad puerta a puerta).