La directora Silvia Di Florio encontró en el cine -uno de los lenguajes que más conoce- la posibilidad de contar una historia que la atraviesa: la del exilio. Con un guion escrito por ella misma, junto a Andrés Habegger, el 4 de agosto en el cine Gaumont estrena Partidos, voces del exilio, un documental que narra la historia de hombres y mujeres que durante la última dictadura argentina se vieron obligados a emigrar a España para salvar sus vidas.
Con locaciones filmadas en Madrid y Buenos Aires, la película profundiza en las huellas que puede dejar el exilio político en distintas personas, cómo afecta a sus familias y a todo lo que las rodea. Recuerdos, lo que quedó atrás, la reconstrucción de una vida, son algunas de las reflexiones que atraviesan a los distintos testimonios. Partidos tiene la particularidad de que también da lugar a las voces de los hijos de ese exilio, una generación que nació en tierra extraña y otros que llegaron siendo muy pequeños. “Lo que más me interesó abordar sobre el tema del exilio -y creo que habría mucho más para contar- fueron las miradas y vivencias de los jóvenes, aquellos que nacieron en el exilio o vivieron desde pequeños el exilio de sus padres”, cuenta la directora.
En Di Florio, -también realizadora de Barboza, el sentimiento de abrazar y Anconetani, entre otras películas-, la idea de hacer algo con el tema rondaba sobre su cabeza desde siempre. Ella se exilió de muy joven, a los 18 años, cuando estaba embarazada de 7 meses de su hija Mariana. “El exilio marcó mi vida, como nos ha marcado a todos los que lo atravesamos. Verse forzado a dejar la tierra que te albergó, te cobijó, donde creciste y donde te reconocés, deja una marca para siempre. Y aunque mi exilio fue en Suecia y no en España, cuando mi amigo Juan Gastaldi, que sí se exilió en Madrid, me propuso hacer una película donde contar el exilio desde Buenos Aires y Madrid, no dudé en empezar a trabajar en el proyecto”, relata.
La película también cuenta con la participación especial del actor argentino Héctor Alterio, que a lo largo del film recita el poema de León Felipe “Qué lástima”. “De todos los poemas, elegí ‘Que Lástima’ porque sentía que era el que mejor describía el destierro, el desarraigo y el exilio forzoso”. Colaboraron además un grupo de argentinos, que al igual que Alterio, se quedaron en España junto a sus hijos, entre ellos Malena Alterio, que llegó al exilio con seis meses.
-¿Cómo fue el proceso de creación? ¿Cuánto tiempo llevó?
-En 2016 viajamos a Madrid con Gustavo Cataldi, director de fotografía de la película, con un punteo de cosas que queríamos obtener de las entrevistas, algunos los contactos que Juan tenía con exiliados y recogimos algunos testimonios. Al volver, con ese material, convocamos a Andrés Habegger para armar el guion y luego presentarlo al Incaa por la vía digital. En 2018 lo presentamos y en 2019 viajamos a Madrid por segunda vez. Luego teníamos planeado un último viaje a recoger algunas otras entrevistas, pero la pandemia no lo permitió y tuvimos que finalizar el documental con el material que teníamos.
-¿Bajo qué criterio seleccionaste a los entrevistados que aparecen en Partidos?
-Desde el comienzo la concebí como una película coral, porque me parecía importante que hubiera pinceladas diferentes, vivencias distintas, más allá del denominador común que era el exilio. Pero fue Marcela Sáenz, a quien convoqué para el montaje definitivo, la persona que me propuso no dejar a nadie afuera. Había sido muy delicado y movilizante para cada entrevistado abordar el tema del destierro después de tantos años y algunos no habían podido dormir luego de la entrevista o habían tenido sueños dolorosos. Todos, sin excepción, quedaron muy conmovidos. Así que acepté el desafío de Marcela y armamos la película con todos los testimonios que teníamos.
-¿Cuáles fueron las premisas en la dirección?
-Me interesó indagar en cómo la generación de los hijos había recibido el relato de la historia. En muchos testimonios se percibía la dificultad de abordar el tema tanto en la generación de los mayores, como en la de los jóvenes. El dolor aparecía de diferentes formas, a veces en cosas no dichas, en silencios. Así que la premisa fundamental estaba puesta allí, en ver cómo se había transmitido esa parte de la historia o qué dificultades habían sentido los mayores para comunicarla y los jóvenes para indagar en el tema.
-¿Cómo considerás que aparece el exilio en la voz de los entrevistados?, ¿qué te parece que los une?
-Creo que algo que une a los que se ven forzados a dejar su país es la nostalgia, lo que se extraña, a veces puesto en sabores, costumbres, músicas, paisajes o en los afectos. También aparece la idealización del lugar dejaron, porque cuando volvieron de visita, o volvieron definitivamente en el caso de algunos, aquel lugar ya no es el que soñaban. Ese lugar es una construcción que uno lleva adentro.
-¿Por qué el título Partidos?
-Porque si hay algo común a todos los exiliados, es que una vez que fueron arrancados de su tierra, para readaptarse y vivir en otra cultura, con otras costumbres, otra identidad, aun cuando regresen al país, quedan para siempre “partidos”.