Los bomberos han contenido en un 45 % el incendio Oak, que arde cerca del Parque Nacional Yosemite en California (EE.UU.) y ha devastado 7.773 hectáreas de bosques y pastizales en las laderas de Sierra Nevada, informaron este viernes las autoridades estatales.
El Departamento Forestal y de Protección contra Incendios de California (Cal Fire) señaló que al cabo de una semana el incendió todavía sigue activo, no obstante que cada jornada se registran avances en su contención.
"La sequía persistente, el material combustible muy seco y la mortalidad de los árboles siguen siendo factores que contribuyen a las llamas", detalló Cal Fire, que agregó que durante la pasada noche "hubo un crecimiento mínimo del fuego".
La agencia ha asignado 21 helicópteros, 308 camiones y más de 3.790 bomberos para combatir un incendio que es responsable de la destrucción de al menos 162 estructuras residenciales y comerciales.
El que arde cerca del parque Yosemite es uno de los 61 grandes incendios que actualmente se mantienen activos en doce estados del país, y que han quemado 791.835 hectáreas de bosques y pastizales, según informó el Centro Nacional de Incendios de EE.UU. (NIFC, en inglés). "Más de 8.300 bomberos y personal de apoyo están asignados a incidentes en todo el país", agregó.
La agencia señaló que las condiciones de calor extremo y sequía se mantienen en la mayor parte de los estados en el oeste, mientras que por el contrario los bomberos esperan posibles tormentas en el sur de Oregon, el centro de las montañas en Idaho y en el oeste de Wyoming y Montana.
Hasta la mañana de este viernes, NIFC contabilizaba 40 grandes incendios activos en Alaska, con áreas que oscilan entre uno y 10 kilómetros cuadrados, en la que está siendo una temporada extremadamente inusual en esa parte de EEUU. Nevada, Idaho y Arizona registra cada uno tres grandes incendios, agregó la agencia.
En un artículo publicado este viernes en la web especializada Wildifire Today, Paul Gabrielsen, aludió a un estudio según el cual "en años recientes, las columnas de humo que se elevan de los incendios forestales en el Oeste han tendido a ser más altas, con más humo y aerosoles levantados donde pueden extender más su impacto en la calidad del aire".
"La causa probable es el cambio climático, con una disminución de las lluvias y creciente aridez en el oeste del país que intensifica la actividad de los incendios", añadió el experto de la Universidad de Utah.