Después del despojo del partido contra Barracas Central, Patronato necesitaba una reivindicación así: jugó muy bien en todas las líneas y logró una victoria merecida, contundente e indiscutible ante Boca: 3 a 0.
El Colorado Facundo Sava, técnico del equipo entrerriano que había dicho en la semana que le daban ganas de irse a su casa y no dirigir más, debe haber pensado esta vez, en la intimidad, en lo lindo que puede ser el fútbol cuando las cosas salen tan redondas.
Patronato se mostró sólido atrás, presionó muy bien en tres cuartos de cancha fue prolijo y paciente en el medio, se repuso al contratiempo de la lesión de sus dos delanteros y supo exprimir al máximo las posibilidades.
Boca, por su parte, mostró su lado más flaco en un campeonato en el que no empató nunca y acumula más derrotas que triunfos. Sin Marcos Rojo (a último momento por una sobrecarga muscular hizo que se debiera apurar el regreso de Facundo Roncaglia), sin orden defensivo, sin una aproximación al arco de Facundo Altamirano en todo el primer tiempo contribuyó al lucimiento de su rival.
En el primer gol Carlos Zambrano falló muy feo en el cálculo al ir a buscar una pelota área y en dos toques Axel Rodríguez quedó cara a cara con Agustín Rossi y con el revés de la zurda le metió la pelota entre las piernas del arquero y la mandó a la red. En el segundo gol , otro error de cálculo, esta vez de Luis Advíncula, que perdió la marca, le permitió a Alexander Sosa cabecear contra el palo con comodidad. El tercero, el bonus para Patronato, fue un tiro libre que pateó Jonás Acevedo, se desvió en la barrera y descolocó a Rossi.
Patronato manejó los tiempos del encuentro. En la primera mitad marcó las diferencias en el juego y en el resultado y en el segundo, cuando Boca mejoró un poco con los cambios, tuvo mucha firmeza para amortiguar cualquier situación adversa. Y en la única llegada clara de Boca el cuerpo de Altamirano aportó lo suyo. Fue una entrada a fondo de Frank Fabra tras un pase de Exequiel Zeballos. Después de un par de enganches el colombiano pateó apurado y ahí estaba el arquero para apagar la única llamita de ilusión que encendió Boca con el partido dos a cero en contra.
Hace unos días a los entrerrianos les metieron la mano en el bolsillo en un partido contra Barracas Central y por eso está victoria es saludada y festejada por todos, menos por el mundo Boca que parece no saber muy bien qué trole hay que tomar para seguir, Venía de ganarle a Estudiantes con una actuación convincente, que alentaba la idea de una recuperación futbolística y anímica. Patronato lo volvió a la oscura realidad.