Tras el fallo de la Corte Suprema, que el 15 de noviembre pasado confirmó las condenas de todos los implicados en el asesinato del militante del Partido Obrero, Mariano Ferreyra, ocurrido el 20 de octubre de 2010, los comisarios Jorge Ferreyra y Luis Mansilla quedaron detenidos, en la cárcel de Marcos Paz el primero y en dependencias de la Prefectura Naval el segundo, mientras el Cuerpo Médico Forense determina si su estado de salud permite que ingrese a la cárcel o debe cumplir prisión domiciliaria, tal como pidió su defensa. 


Ferreyra y Mansilla fueron condenados a 10 años y ocho meses de cárcel por liberar la zona para facilitar el ataque de una patota de la Unión Ferroviaria (UF) y luego no detener a los implicados ni recolectar pruebas para la investigación judicial, condenas que quedaron firmes con el fallo del máximo tribunal, que también confirmó las penas contra el ex jefe de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, condenado a 15 años de cárcel y ahora con prisión domiciliaria, y contra Juan Carlos "El Gallego" Fernández y de los presuntos tiradores, Cristian Daniel Favale y Gabriel Sánchez.


Además de los comisarios, fueron condenados a dos años de encierro, de ejecución condicional, los uniformados Hugo Lompizano, Luis Echavarría y Gastón Conti, por el homicidio de Ferreyra y las heridas sufridas por Elsa Rodríguez.