El abogado Santiago Pedroza informó que denunciaron a la policía y pidieron intervención de la Fiscalía de Derechos Humanos por la violencia ejercida contra las mujeres detenidas en la represión de la zona sudeste el pasado 21 de julio.
El letrado dijo que también solicitó el archivo de la causa en la que las mujeres quedaron imputadas por usurpación y otros delitos. En el mismo sentido el abogado Álvaro Arias, que representa a tres acusadas, explicó que pedirá el sobreseimiento. Las detenidas manifestaron que sufrieron golpes, malos tratos y vejaciones, luego de cinco días de privación de la libertad en condiciones infrahumanas,de las que salieron enfermas, con problemas respiratorios, gripe e incluso una de ellas no puede hablar como consecuencia de esta situación.
"Siguen imputadas por el delito de usurpación pero ya están en libertad" desde el lunes, "bajo la aplicación de medidas sustitutivas y medidas de conducta", detalló Pedroza. Indicó que el miércoles último pidió "el archivo de la causas, que se les quite todo tipo de medidas", que la causa se archive por declararlas "inocentes". Y añadió que también "se ha denunciado a la policía de la provincia pidiendo la inmediata intervención de la Fiscalía de Derechos Humanos que se encuentra investigando lo que para las mujeres fue un atropello policial".
"Nosotros nos presentamos por tres e hicimos el pedido de libertad que era lo urgente. Ahora seguirá el proceso hasta que se logre un sobreseimiento o se vaya a juicio", indicó por su parte el abogado Arias, miembro del grupo de asistencia legal comunitaria Alfa.
Las mujeres encausadas eran parte de un grupo de vecinxs que reclamaban contra la inseguridad que propiciaba un predio abandonado ubicado entre los barrios Solidaridad y Sanidad: La protesta se desató luego de que fuera encontrado ahí el cuerpo de Ricardo Maigua. En 2020 también se encontró ahí el cuerpo de Celeste Lois, víctima de femicidio.
Lxs vecinxs sugerían que ese lugar fuera expropiado y entregado a familias que necesitan un lugar donde vivir, por ello también estaban allí quienes reclamaban un terreno. Cuando esperaban que fueran las autoridades, y que se obligara a lxs propietarixs a limpiar el pastizal, lxs reprimieron y detuvieron por orden de la jueza Ada Zunino.
Guadalupe Ramírez, una de las detenidas, relató a Salta/12 que pasaba por el lugar para ir a tomar el colectivo junto a otras dos compañeras con quienes cumplen servicio en un merendero del Polo Obrero en el barrio Justicia, vieron el reclamo de lxs vecinxs y se quedaron mirando. Luego vieron que la policía estaba violentando a una madre con su bebé en brazos e intervinieron para sacarle al niño porque "se estaba golpeando contra un bloque". Y dijo que fue en ese momento que un policía la tomó del cabello y la arrastró y la entregó a dos efectivas que la llevaron golpeándola hasta el patrullero.
La mujer contó que sabe que uno de los varones detenidos fue apresado cuando buscó a su mamá del predio. Mientras, otro hombre pasaba por el lugar en moto porque salía de trabajar y lo detuvieron e incluso le secuestraron la moto.
Ivana fue también detenida, es vecina del barrio Sanidad. Reclamaba seguridad y que se limpiara el predio abandonado. "Me pegaron; no me dejaba llevar con las policías femeninas, entonces procedieron policías hombres. Pasé un mal momento. Cuando me arrestaron no me dejaron ni comunicarme con mi familia, me levantaron del lugar me llevaron presa dejando mi auto tirado abierto con las llaves puestas y mi hijo de 6 años discapacitado, con parálisis cerebral, dentro del auto solo. No sabía nada hasta el día que me dieron la libertad, yo estaba incomunicada no dejaron que mi familia me llevara algo de elementos de higiene, ni ropa me dejaron pasar", relató a Salta/12.
Además, Ivana indicó que no puede hablar porque salió enferma de la Alcaidía, tras las condiciones infrahumanas de detención que padecieron, durmiendo en el piso y hacinadas. "En una celda con dos camas dormíamos las diez, nos tenían como sardinas, tuvimos que dormir en el piso por eso es que yo estoy enferma. Estaba super poblada no había ni frazadas", contó. Luego Ramírez indicó que en realidad eran 13 en la misma celda porque llevaron a 3 mujeres acusadas en otra causa, a dormir también allí.
La mujer indicó que cuando les leyeron la acusación les agregaron "usurpación de 2016, de 2020, nos dijeron que porque a esas tierras las quieren tomar hace rato. Nos acusaron hasta de cosas que hizo la gente cuando ya estábamos detenidas, como prender fuego". La imputación es por usurpación, desobediencia judicial, resistencia a la autoridad y supuesta rotura de móviles de la policía.
Estas mujeres fueron apresadas en la redada de la policía en el predio de Solidaridad, luego las llevaron detenidas al sector 6 de la comisaría del barrio Democracia, donde las mantuvieron en el patio. Ramírez relató que allí la policía golpeó a una madre que fue a preguntar por la hija que estaba detenida con ellas, indicó que "bajaron las cortinas", y se escucharon los gritos, luego la dejaron también privada de la libertad. Cuando la gente empezaba a llegar a la comisaría para exigir la libertad de lxs detenidxs, lxs trasladaron a la Alcaidía. Cinco de las mujeres con más lesiones fueron llevadas a la revisión médica en los hospitales públicos San Bernardo y El Milagro.
"Nos sacaron las toallitas higiénicas"
Ramírez relató que en la Alcaidía las hacían pasar de a dos, que personal del Servicio Penitenciario las obligó a sacarse la ropa y que a cuatro que estaban menstruando les sacaron las toallitas femeninas.
Dijo que luego pidieron al Servicio Penitenciario que les proveyera elementos de gestión menstrual y les dijeron que allí no los daban, y tampoco dejaron que las familias les alcanzaran.
Según dijo Ramírez, a dos detenidas las requisó un varón del Servicio Penitenciario junto a una mujer. "De ahí pasamos de nuevo a otro sector, nos dieron otra ropa, para llevarnos a una celda de la Ciudad Judicial porque teníamos audiencia a las 9 y nos llevaron a las 11. Cuatro chicas tuvieron que ir todas manchadas con sangre a declarar", manifestó.
La mujer dijo que dos secretarios les tomaron una breve declaración porque el Servicio Penitenciario no las dejaba hablar mucho. Indicó que una defensora oficial las asistió por video llamada y tampoco el Servicio Penitenciario les permitía hablar lo necesario con ella porque las retiró rápido.
También contó que tenían que tomar agua del baño y lavar los utensilios de cocina en la ducha. "Nos dieron un vaso de telgopor sucio, que teníamos que usar para bañarnos y tomar el té. Para bañarnos nos daban un pedacito de jabón marrón", agregó. Finalmente, detalló que el Servicio Penitenciario solo permitió que sus familias les dejaran una botella de agua a 3 o 4 chicas.