La serie ilustrada del Nunca más de León Ferrari se realizó a mediados de la década del noventa a partir de la invitación realizada por el diario Página12 para coeditar con EUDEBA la publicación en fascículos semanales del contenido del emblemático libro argentino Nunca más. Informe de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (1984).
La primera edición constó de 30 fascículos que se publicaron entre 1995 y 1996 con motivo de la conmemoración del vigésimo aniversario del golpe militar en la Argentina. En 1994 Ferrari comenzó con el primer collage de esta serie y, como se observa en gran parte de su extenso trabajo en el que utiliza el collage, hubo un obsesivo y minucioso relevamiento de documentos de diversa índole, sobre todo, periodísticos e iconográficos.
En estas ilustraciones se encuentran sus “preferidas”, utilizadas en otras series del artista: Juicios finales, monstruos apocalípticos, variedad de infiernos, e incluso, registros fotográficos históricos como el saludo entre Hitler y el Nuncio Torregrossa en Münich en 1933. Para Ferrari la reiteración de frases e imágenes fue un poderoso recurso para dar eficacia a la comunicación de sus opiniones.
Una importante porción de imágenes del Nunca más se había utilizado en la emblemática obra La Justicia (1992), nominada más tarde como 1492-1992. V Centenario de la Conquista de América, instalación realizada con 136 botellas y frascos intervenidos que en 2004 intensificó su significado en la retrospectiva del artista realizada en el Centro Cultural Recoleta con el violento ataque de un grupo ultra religioso que destruyó parte de la misma al grito de “¡Viva Cristo Rey Carajo!”.
En los reversos de algunos originales de esta serie aparecen datos, anotaciones e indicaciones de las mismas: el porcentaje de reducción y ampliación que debe hacerse; las medidas de los márgenes verticales y laterales; la información precisa de cada una de las fuentes utilizadas y la fecha de entrega al diario: “pegado: Tapa: Martínez de Hoz + botas. Foto agencia ILA 29/4/88 y botas Foto: Alejandro Elias 8/7/90 + frase NM p. 386 (…) Red 40% Margarita podés cortar algo en los costados: 25,5 cm de ancho (a-a) por 37 cm de altura ya sea agregando gris abajo o blanco arriba o los dos cambios (…) tapa 13: collage Colegio Militar (foto Jorge Sáenz del 10/10/87) + insignia nazi + trompeta”. Ferrari estuvo meses relevando material en el archivo de Página12 y en la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional para dar con las imágenes y citas utilizadas en su obra.
En el archivo de la FALFAA (Fundación Augusto y León Ferrari. Arte y Acervo) se observaron aquellos ensayos estilísticos de las frases impresas con diversas tipografías y tamaños. Éstas, se repiten con las pruebas del procesador de texto, retomando –digitalmente- sus inagotables experiencias manuscritas de búsquedas en las formas de las letras y las palabras.
Algunas ilustraciones en cambio, no tienen original. En los cajones del artista hay sobres con contornos del rostro del Papa, fachadas de la ESMA, botas y gorros militares. Ferrari iba con sus “figuritas” y componía el montaje de sus recortes en un escáner del diario.
La complicidad entre la dictadura militar y la Iglesia se pone de manifiesto en la serie y es una parte más de una larga denuncia que expresa el artista en sus trabajos. Esa pasión occidental y cristiana por la crueldad y la tortura como un mandato divino: desde el Diluvio, la Conquista de América, el Holocausto hasta la guerra de Vietnam constituyen sólo algunos de los exterminios con los que trabajó el artista y que tienen su germen en las Sagradas Escrituras.
En 1991 y a raíz de la instalación V Centenario de la Inquisición en el Centro Cultural Recoleta Ferrari expresaba en una obra manuscrita: “La Inquisición acompañó a la Conquista navegando en las carabelas y se instaló en América con su nombre propio, algunas veces, y con distintos apodos otras. Uno de esos apodos fue El Proceso, que aquí ejecutaron aquellos inquisidores vestidos de guerreros que fueron indultados meses atrás. Recordar sus orígenes puede ser una forma de impedir su retorno”.
El Nunca más es una de las series del artista donde la estrategia del montaje pone en evidencia lo más oscuro de nuestra “civilización”, pero este aspecto de su obra fue lo suficientemente investigado. En esta ocasión quisiera destacar que Ferrari siempre emitió de distintos modos sus opiniones sobre los temas que le preocupaban: Miles de textos y obras expresan su conocida posición crítica ante atropellos a los derechos humanos, “encontrar la forma” era un deber que él tenía. Pero en el caso de la dictadura militar argentina fue distinto. En 1976 realizó su serie Nosotros no sabíamos y luego, en su exilio político –y repentino- de quince años en Brasil guardó un silencio cauteloso en su producción artística respecto a la gravedad del contexto argentino, aunque haya producido obra crítica y política. Allí se gestaron sus series Relectura de la Biblia, Paraherejes, y La Basilica junto a otros proyectos que incluyen ediciones de la serie del Nosotros no sabíamos.
Este dato requiere reconstruir ese rastro de lo “indecible” en términos objetivos y que se manifiesta en acciones en su esfera íntima con más de ochocientos documentos que fueron relevados en el marco de un proyecto conjunto entre la FALFAA y el CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), donde se analizó toda la documentación para dar con el paradero de su hijo Ariel, desaparecido en febrero de 1977. Denuncias, cartas personales, presentaciones institucionales y esfuerzos estratégicos en gestiones realizadas en organismos nacionales e internacionales (Madres de Plaza de Mayo, Naciones Unidas, Amnesty, Cruz Roja, Consulado italiano, la ONU y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, entre otras.
Instalado en Buenos Aires en 1991, luego del exilio y con un profundo dolor, Ferrari comienza otra etapa sumando a su extenso archivo ilustraciones del horror argentino y, con la serie Nunca más comienza a ser develada la postergación sobre nuestra tragedia como en una catarsis irrefrenable. Para 2006 –oportunidad en que se realiza una nueva edición ampliada de estos fascículos para el 30° aniversario del golpe, el artista modifica algunas imágenes de la publicación anterior y se embarca a realizar centenares de montajes nuevos. Su técnica en esta edición no sólo es el collage en papel sino los montajes digitales valiéndose de las posibilidades que le otorga el Photoshop (ya utilizado por él para la serie Electronicartes entre 2002 y 2003).
En su computadora, en su escáner y, con más color (como en el resto de sus obras a partir de 2005) surge una nueva edición siempre incorporando una actualización gráfica que dialoga con acontecimientos actuales. Las noticias y el vínculo con el presente aparecen alternando sus citas clásicas y nuevamente presenta este aspecto pulsional que activa su incansable producción. Desde Página12 le pedían tres imágenes y él entregaba veinte.
Celebro esta iniciativa que nos invita nuevamente a conseguir el diario en papel y coleccionar los fascículos contribuyendo a mantener hoy y siempre viva la memoria. NUNCA MÁS
* Historiadora del arte; investigadora del archivo de la Fundación Augusto y León Ferrari Arte y Acervo.