Un miembro de un grupo paramilitar de extrema derecha fue condenado este lunes a siete años de prisión por el asalto al Capitolio de Estados Unidos, ocurrido el 6 de enero de 2021. De esta manera, el imputado se convirtió en la primera persona que recibe una condena tras ser juzgada por este ataque.

El acusado es un hombre identificado como Guy Reffitt, integrante del grupo de ultraderecha Three Percenters que llevaba consigo un arma de fuego al momento del ataque.

Reffitt fue condenado por obstruir los procedimientos en el Congreso, allanar el Capitolio portando un arma, enfrentarse a los policías, y transportar armamento de manera ilegal.

"No entré, pero ayudé a iniciar el fuego", se jactó el imputado en un video. Dentro de la condena, también fue acusado por amenazar a sus dos hijos, si estos lo llegaban a denunciar a la Policía, cuando regresaba a Wylie, su ciudad natal en el estado de Texas. 

"A los traidores, los matamos", dijo en una conversación grabada y transmitida al FBI por su hijo de 19 años, Jackson. En tanto, durante el juicio, la acusación se basó en videos en los que aparecía, en primera fila, arengando a la muchedumbre que lo llamaba "líder". 

Según se observa en fotografías adjuntadas en un documento judicial, Reffitt acudió al asalto del Capitolio con un chaleco antibalas, esposas y un casco con una cámara incrustada.

La determinación fue tomada por la jueza federal del distrito de Columbia, Dabney Friedrich. No obstante, la magistrada decidió no condenarlo por "terrorismo doméstico", como pedía la Fiscalía y por lo que hubiera podido pasar 15 años en prisión.

Medios locales señalaron que la sentencia de siete años y tres meses de cárcel es "la más larga que se ha declarado para alguien involucrado" en la violenta revuelta ocurrida, cuando cientos de manifestantes seguidores del expresidente Donald Trump (2017-2021) irrumpió en la sede del Congreso estadounidense para tratar de detener la ratificación de la victoria electoral de Joe Biden.

Sin embargo, hasta ahora todos los condenados por el asalto al Capitolio del 6 de enero del año pasado habían cerrado acuerdos de culpabilidad con la Fiscalía, por lo que se ahorraron el juicio. Más de 200 se declararon culpables, bajo este régimen.

Hasta el momento, las autoridades acusaron a más de 750 personas de distintos puntos del país por delitos como sedición, atacar a policías, destruir propiedades del Gobierno y entrar en un edificio de acceso restringido.