Jair Bolsonaro está “inquieto”, por momentos hasta “trastornado” ante la posibilidad de ser arrestado si pierde las elecciones presidenciales de octubre. Los entrecomillados pertenecen a ministros del gobierno de Brasil que fueron consultados por el diario paulista Folha, y aparecen publicados en la edición del martes 2 de agosto.

Bolsonaro, que buscará la reelección por el Partido Liberal, ha confiado a funcionarios de su entorno que tiene la “certeza” de que será investigado en caso que abandone el gobierno, y teme que ese despliegue judicial alcance a sus hijos y a otros integrantes de su familia.

De acuerdo a esta versión periodística, el mandatario brasileño ha reafirmado en reuniones privadas que no irá preso con facilidad, una línea de razonamiento que está acorde a algunas menciones públicas que ha hecho sobre el tema. 

Por ejemplo, el 7 de setiembre de 2021, en un acto público en San Pablo, dijo directamente la frase: “Nunca iré preso”. Ese mismo día, en otro pasaje de su discurso, prometió salir del Palacio de Planato “preso, muerto o con victoria”, aunque aseguró que la primera hipótesis está descartada.

Dos ministros consultados por Folha ratificaron que el presidente brasileño ha dicho en varias instancias que no es “ingenuo” y sabe que puede correr la misma suerte que sus antecesores, en referencia a las penas de prisión que tuvieron que enfrentar Luiz Inácio Lula da Silva y Michel Temer cuando dejaron la presidencia.

La corrupción en el gobierno de Bolsonaro

A pesar de que la lucha contra la corrupción y los cuestionamientos éticos contra los gobiernos del Partido del los Trabajadores fueron ejes centrales en su campaña, cuatro años después el 73% de los brasileños considera que hay corrupción en la gestión de Bolsonaro, según un estudio de Datafolha divulgado este sábado 30 de junio.

En la actualidad, Bolsonaro enfrenta decenas de denuncias penales por su comportamiento durante la pandemia y por sus ataques contra el sistema electoral, en particular las urnas electrónicas.

Entre los casos más sonados aparecen una investigación por la compra de la vacuna india contra el coronavirus y la detención en junio de este año del exministro de Educación, Milton Ribeiro, denunciado por irregularidades que favorecieron a pastores evangélicos cuando estaba al frente de la cartera.