Por orden de la Justicia británica, Archie Battersbee, un adolescente de 12 años que tiene muerte cerebral, será desconectado del respirador mecánico este miércoles, después que la Corte Suprema desestimara la apelación de los padres para que su hijo tuviera "un poco más de tiempo" para recuperarse.
Archie fue encontrado inconsciente en su casa de Southend, Inglaterra, el pasado 7 de abril. Su madre, Holli Dance, cree que el hecho está relacionado con un desafío viral de la red social TikTok. Desde ese momento, el niño está internado en el Royal London Hospital, donde este lunes, por decisión de los jueces y recomendación de los médicos que lo tratan, se le iba a suspender el soporte vital.
Sin embargo, su madre pidió un “tiempo realista” para que su hijo pueda recuperarse y se amparó en la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad. Sin embargo, la justicia dictaminó que la desconexión se complete antes de las 12 del mediodía de este martes. La decisión se retrasó mientras la Corte Suprema escuchaba la solicitud de los padres de Archie, Holli Dance y Paul Battersbee.
Esta noche, la madre del adolescente dijo que pelearán hasta el último minuto para que su hijo no sea desconectado, aunque los abogados de la familia no tienen tiempo para presentar el caso ante la Corte Europea de Derechos Humanos.
En un comunicado, la familia expresó: "Queremos presentar una solicitud urgente ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero debe presentarse a las 9, lo que nos da a nosotros y a nuestros abogados poco tiempo para prepararnos. Si la familia no presenta su solicitud al Tribunal Europeo de Derechos Humanos a tiempo, el soporte vital de Archie se retirará a las 11 (de este miércoles, hora local)".
En tanto, el Centro Legal Cristiano, que ha estado apoyando la acción legal de la familia, dijo a través de Twitter que su equipo presentará una solicitud ante el tribunal, "para darle más tiempo a Archie".
La jueza Emma Arbuthnot fue quien dictaminó que debía ser desconectado. En su fallo, la magistrada concluyó que el pequeño murió el 31 de mayo, de acuerdo a las imágenes de resonancia magnética de ese día, ya que la función del tronco encefálico cesó de forma irreversible. “Doy permiso a los profesionales médicos del Royal London Hospital para que dejen de suministrar respiración asistida a Archie Battersbee”, expresó la jueza.
“Si Archie permanece con respiración mecánica, el resultado probable para él es una muerte súbita y las perspectivas de recuperación son nulas”, sostuvo la magistrada. Y agregó: "No puede disfrutar de la vida y su daño cerebral es irrecuperable. Su posición no va a mejorar. La desventaja de una muerte tan apresurada es la incapacidad de su querida familia para despedirse".