Pequeñxs productorxs rurales nucleados en la rama agraria de la UTEP (Unión de Trabajadores de la Economía Popular) realizarán feriazos este miércoles 3 de agosto en distintos puntos de la provincia de Salta en el marco de un reclamo nacional por el tratamiento de la Ley de Acceso a la Tierra, la reglamentación definitiva de la Ley 27.118 de Reparación Histórica de la Agricultura Familiar y para que se avance con el proyecto de Fomento a la Agroecología. En Buenos Aires también habrá una manifestación frente al Congreso Nacional.
En el contexto de la emergencia económico social, lxs pequeñxs productores reclaman leyes y medidas urgentes. Señalan la problemática de la dolarización de insumos, el aumento del precio de los alquileres así como de la tierra, y la contracción de la demanda de la producción que genera pérdidas y la dificultad para sostener los ciclos productivos.
Este miércoles en Salta los feriazos tendrán lugar en las localidades de Colonia Santa Rosa, Apolinario Saravia, General Güemes, Campo Santo y Rosario de Lerma.
“Nosotros no cortamos rutas, hacemos marchas pasivas. Queremos visibilizar lo que hacemos. Nosotros desde el Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) vamos a salir de forma masiva si es posible, el 100 por ciento de toda la base. Primero haremos un recorrido de la plaza principal y marcharemos hacia la salida de Colonia Santa Rosa”, explicó a Salta/12 la pequeña productora de aquella localidad, Carmen Bonilla.
La concentración está prevista en Colonia Santa Rosa desde las 8 en la plaza principal para luego dirigirse a una plazoleta que está a la salida del pueblo, donde se desarrollará el feriazo en el que venderán a mitad de precio la verdura que producen.
En el MTE de Colonia Santa Rosa hay 109 pequeños productores nucleados en esa organización. “Nosotros producimos tomate, tomate cherry, berenjena, zapallito, zucchini, pepino, chaucha, choclo”, detalló Bonilla.
Sobre la situación de lxs pequeñxs productores, Bonilla señaló que les está afectando la suba en el precio de los insumos “para sembrar, mantener la planta, sacar la producción, el abono. Este año nos tocó una peste que nos hizo perder todo. Los remedios para eso son bastante caros, $34.000 un litro. No alcanza”. La agricultora detalló por otro lado que perciben montos miserables por lo que producen. Por ejemplo, indicó que por un cajón de tomates les pagan $500.
“Ahora, como siempre, te pagan un precio y allá (en los centros urbanos) vale otro, por el transporte, el recorrido que tiene. Este año los precios están por el piso. Un cajón de tomate cuesta $500, no hacés nada. Si ocupás cosechero te cobra $50 por caja para cosecha, un embalador $50, te quedan $400, con eso no cubrís el trabajo que venís haciendo desde marzo, y los gastos que se generaron, por lo menos tendría que valer $2.500 para recuperar algo”, explicó Bonilla. Añadió lo que recaudan con sus ventas apenas alcanza para cubrir los insumos y la subsistencia diaria.
“Pese al esfuerzo que ponemos, las cosas que hacemos, este año con la situación económica, no sé si alcanzamos a cubrir todas las deudas”, dijo además Bonilla. Contó que en su caso debe las semillas que usó para su producción a una agroquímica que se las cobrará con aumento acorde a la suba del dólar.
La pequeña productora indicó que además no son propietarios de la tierra que producen, sino que la alquilan de forma anual. En Colonia pagan entre $150.000 o $200.000 el alquiler de la tierra, monto que calificó de “mucho”. Algunas familias trabajan desde una hectárea a tres hectáreas. Bonilla dijo que por eso es urgente que se trate la ley de acceso a la tierra. “No queremos que nos regalen la tierra, sino que con el tiempo en vez de pagar un alquiler, podamos ir pagando la tierra para que sea nuestra. No queremos estar toda la vida pagando un alquiler”, manifestó.
Según lo señalado por el MTE en un comunicado, la Ley de Acceso a la Tierra y protección de los cinturones verdes y zonas estratégicas de producción lleva varios años esperando su tratamiento en los despachos del Congreso. Esta legislación prevé que lxs agricultorxs que carezcan de tierra propia, puedan adquirir inmuebles rurales a través de créditos blandos destinados a tal fin, y de esa manera terminar con el abuso inmobiliario y la especulación. A la vez promueve el reordenamiento del uso de tierras fiscales, y protege los cinturones verdes periurbanos, valles y oasis productivos, del avance indiscriminado de actividades que dañan los servicios eco sistémicos.
Otro reclamo es por la reglamentación de la Ley 27.118 de “Reparación Histórica de la Agricultura Familiar para la Construcción de Una Nueva Ruralidad”. Entre sus facultades crea un Programa Nacional de formalización, valor agregado y comercialización para la agricultura familiar, campesina e indígena, con la finalidad prioritaria de incrementar la productividad, seguridad y soberanía alimentaria, así como de valorizar y proteger al sujeto esencial de un sistema productivo ligado a la radicación de la familia en el ámbito rural.
Mientras que el proyecto de Ley de fomento de la Agroecología, presentado en 2021, comprende la promoción y el fortalecimiento de políticas, programas, proyectos y acciones que den un mayor impulso al desarrollo de sistemas de producción. Busca estimular y promover la adopción de buenas prácticas para la producción agroecológica a nivel municipal, provincial y nacional.
Bonilla contó que en el caso de lxs pequeñxs productorxs de Colonia Santa Rosa, lo que producen es con uso de agroquímicos, aunque esperan poder cambiar esa forma de producir por otra agroecológica.