En medio de los constantes paros que se replican en el país para pedir un salario digno y repudiar las políticas económicas del Gobierno, el Ministerio de Educación de la Nación envió a las escuelas de la Ciudad de Buenos Aires manuales de texto para chicos de sexto grado que “educan” en contra del derecho a huelga de los trabajadores. Los docentes repudiaron la situación, que enmarcaron dentro de un contexto de “mercantilización” de la enseñanza, y ratificaron que refuerza el punto de vista “sesgado” que tiene el presidente Mauricio Macri contra la educación.
El manual es editado por la empresa A.Z y distribuido para que los maestros trabajen los contenidos que los alumnos tendrán que rendir para una próxima prueba de nivelación, como las que se pidieron dentro del operativo Aprender.
El ministerio de Esteban Bullrich consideró que la mejor forma de explicar las formas lingüísticas de una nota editorial era a raíz de una publicación del diario Clarín, "adaptada", que se titula “Una protesta que daña al Congreso”. El manual toma como ejemplo ese editorial del 20/12/2004, que habla sobre una huelga de trabajadores que paralizó por unos días la actividad en el Congreso, para explicar que las protestas gremiales son “inadmisibles”. El artículo señala que la manifestación es una forma de “entorpecer a la democracia” y considera fuera de la ley a los trabajadores que estaban haciendo sus reclamos.
“Los representantes de los trabajadores tienen el derecho de reclamar, protestar y manifestar por las reivindicaciones que consideren pertinentes. Pero el ejercicio de esos derechos deben realizarlo respetando la legalidad y los derechos de los demás ciudadanos”, reza en un apartado el editorial, que según Eduardo López, secretario general de UTE, demuestra el punto de vista “de un Gobierno que reprimió la instalación de la escuela itinerante en el Congreso”.
“De sus discursos sobre la campaña del desierto a que se forme a los chicos para priorizar la represión al reclamo hay un solo paso”, repudió López, en referencia a las declaraciones del ministro, que en la Universidad Nacional de Río Negro comparó al genocidio aborígen con los planes que desde el Gobierno tenían pensado implementar en la educación.
Para complementar la elección de la noticia, el manual publica una particular historieta, donde un hombre de saco increpa a un obrero de la construcción que está realizando una manifestación y le explica que su protesta es “inadmisible”. Ante la respuesta del trabajador, que enfatiza su derecho, en el recuadro siguiente sólo habla el hombre de saco, quien agrega: “El ejercicio de esos derechos debe realizarse respetando la legalidad y los derechos de los demás ciudadanos”.
Myriam Bregman, candidata a legisladora porteña por el Frente de Izquierda, repudió el mensaje del manual y señaló que "Tenemos muy presente el conflicto docente, o la más reciente huelga de choferes de colectivos en Córdoba, donde la decisión política de avanzar sobre el derecho de huelga en esa provincia los llevó a intentar una sesión especial en el Congreso Nacional para cambiar la legislación vigente. Quieren educar a los niños en la sumisión, no lo podemos aceptar".
López enmarcó la publicación dentro de una tendencia en la que “hay un desembarco de las empresas en la educación”, al indicar que para los docentes “el joven es un sujeto de derecho y no objeto de consumo ni de bajada de línea como para el Gobierno”.
Si bien el maestro resaltó que ningún manual es objetivo y que las ciencias sociales no se deben enseñar bajo esa lógica, destacó que con este manual desde el Gobierno “están negando los distintos puntos de vista”. “Ratifica que el Gobierno tiene ese punto de vista porque es el manual que elige distribuir y por supuesto para nosotros es sesgado y en sintonía con lo que pretenden difundir los medios de prensa dominantes y el Gobierno”, concluyó.