Los estudiantes y el cuerpo docente del Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo continúa con la toma pacífica del edificio ante la incertidumbre generada por la decisión del Gobierno de intervenir la casa de estudios, que arrastra problemas de desfinanciamiento desde que el Ministerio de Justicia, a cargo de Germán Garavano, se hizo cargo del manejo de los fondos. "Queremos que Garavano venga a dar la cara, porque desde que el instituto funciona a cargo de su cartera los docentes no cobramos y no garantizan un edificio para dictar las clases", sostuvo ante PáginaI12 Mariela Canessa, de la Junta de Docentes del instituto.
Hoy podría ser el día en el que el interventor designado por Garavano y el ministro de Educación, Esteban Bullrich, se presente finalmente en la Universidad de las Madres. "A partir del 14 de junio", dice la notificación firmada por los ministros que el ex interventor del Inadi y juez contravencional, Javier Alejandro Buján, debería hacerse presente ante estudiantes y docentes, sin embargo, hasta el momento no concurrió al edificio. El único en acercarse fue uno de los asesores de Garavano, acompañado por la Policía, y para afirmar que el ministro de la cartera judicial no recibirá a la comunidad educativa.
"Es Garavano el que está incumpliendo con el presupuesto, no era nuestro rector (Germán Ibañez) como dice el Gobierno para justificar su apartamiento. No vamos a reconocer a ningún rector hasta que el ministro no dé la cara", insistió Canessa y advirtió que el objetivo de la toma es preservar los 162 puestos de trabajo y "continuar el proyecto académico" creado por las Madres en 1999 y reconocido por el Congreso en 2014.
La titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, expresó su respaldo a los estudiantes que mantienen la toma pacífica en "defensa de la universidad que costó tantas vidas y que fue la lucha de nuestros hijos, de los 30 mil" y ayer, luego de la ronda de los jueves, se acercó a la puerta del instituto para alentarlos nuevamente: "No abandonen la lucha, compañeros. La única lucha que se pierde es la que se abandona", dijo.
Los docentes de la Universidad de las Madres, que arrastran salarios adeudados desde diciembre, habían advertido el año pasado sobre el brusco recorte que el gobierno de Mauricio Macri ordenó en contra de la casa de estudios: el presupuesto que en 2016 fue de 98 millones de pesos —que fue subejecutado— se redujo a 23 millones en 2017. Esa situación sumada a la intervención encendió la alarma de la comunidad educativa ante la posibilidad del vaciamiento del espacio.