Carlos Tevez cargó duro ayer contra Juan Román Riquelme, otro ídolo de Boca, al asegurar que “afuera de la cancha deja mucho que desear” por sus continuos cuestionamientos para menospreciar al equipo cuando no obtiene buenos resultados. “Riquelme era un ídolo adentro de la cancha pero afuera deja mucho que desear”, remarcó Tevez desde China, hacia donde partió a principios de este año con un contrato por dos temporadas. El jugador respondió además el juicio realizado por Riquelme en torno a su salida del club, y recordó que “cuando Riquelme se tuvo que ir de Boca, se fue; y cuando en el Villareal lo cortaron tuvo que volver. Es fácil hablar desde afuera”.

Tevez también se molestó por la permanente actitud de elogiar a River, el clásico rival, durante el exitoso ciclo de Marcelo Gallardo: “El problema es cuando gana River y pierde Boca, siempre sale a decir qué bien juega el equipo de Gallardo”. “Me banqué un año y medio que Riquelme saliera a hablar de mí y de mis ex compañeros. Cuando salimos campeones, dijo que una Libertadores valía por diez campeonatos. Yo pensaba ‘¿no te alegrás, si sos de Boca?’ La gente estaba contenta con el campeonato porque hacía mucho que no ganábamos. Siempre él nos tiraba para abajo y criticaba al cuerpo técnico y a los jugadores”, añadió Tevez en una entrevista con TyC Sports.

“Lo respeto por lo que fue como jugador. Cuando jugaba no tenía amigos periodistas y ahora toma mate con ellos. Siempre va a ser ídolo por lo que hizo en la cancha pero afuera deja mucho que desear. Como es ídolo del club tiene la palabra más que autorizada, pero no le hace bien al club ni a los pibes que están jugando”, sentenció el futbolista de Shanghai Shenhua.

El ex Juventus, de 33 años, aclaró su salida de Boca, en diciembre último. “Creo que mi silencio molestó más a los periodistas que a la gente. Dijera lo que dijera, iba a caer mal. Yo pensaba que la gente se iba a poner mal igual, porque siempre me quiso y me quiere ver con la camiseta de Boca. Fue difícil, yo también tenía que hacer mi duelo”, contó.

“Siempre dije que cuando mis ganas no fueran las mismas iba a hacer un paso al costado. Primero dije que no pero después de que pasó el último partido lo hablé con mi esposa y acepté la oferta de China. Realmente creía que no tenía más fuerzas y que si me quedaba le iba a hacer mal al club. Fue duro, eh, hasta mi hija mayor lloraba en el vestuario y me decía que no me vaya”, detalló Tevez.