El presidente Mauricio Macri, junto a la plana mayor del gabinete económico, recibió ayer a la cúpula de la Unión Industrial Argentina (UIA), encabezada por su nuevo presidente, Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza (AGD). En el encuentro, los empresarios de la UIA y sus pares en funciones de gobierno se detuvieron en dos temas: la “industria del juicio”, como mencionó Macri días atrás, y la baja de impuestos para mejorar la competitividad. Según los últimos números oficiales, la manufactura se retrajo en abril un 2,3 por ciento con respecto a los ya deteriorados valores del mismo mes de 2016 (había caído entonces 5,2 por ciento contra 2015). Van 15 meses consecutivos de caída industrial.

Por el lado de la UIA asistieron Miguel Acevedo (AGD), Luis Betnaza (Techint), Adrián Kaufmann Brea (Arcor), Alberto Alvarez Saavedra (Laboratorios Gador), Eduardo Nougués (Ledesma) y Cristiano Rattazzi (Fiat), entre otros. Sus interlocutores tienen una carrera no menos prolífica en el sector empresarial. Mario Quintana, secretario de Coordinación Interministerial de la Jefatura de Gabinete, dirigió hasta su asunción el Grupo Pegasus, controlante de Farmacity, Freddo y Tortugas Open Mall, entre otras firmas. En tanto, Gustavo Lopetegui, secretario de Coordinación de Políticas Públicas, fue CEO de la aerolínea chilena Lan desde 2009 y fundador de la desaparecida cadena de supermercados Eki. También participó el ministro de Finanzas, Luis Caputo, quien trabajó en JP Morgan entre 1994 y 1997 y luego se incorporó al Deutsche Bank, donde estuvo hasta abril de 2008, llegando a ser presidente del banco en la Argentina. En los últimos años se venía desempeñando como presidente del fondo de inversión Axis. Asimismo, los industriales fueron escuchados por el ministro de Producción, Francisco Cabrera, quien antes fue ministro de Desarrollo Económico de la Ciudad de Buenos Aires, aunque transitó la mayor parte de su vida profesional en el Grupo HSBC, en Hewlett-Packard, en Máxima AFJP y en el diario La Nación.

Los popes de la UIA y los miembros del gabinete económico hablan el mismo idioma y su mirada sobre la economía coincide en un sentido amplio. En esta coyuntura, los dos principales temas de la agenda del gran empresariado son la “industria del juicio” y la rebaja de impuestos para mejorar la rentabilidad evitando el cimbronazo de una nueva devaluación del peso.

La reunión en la Casa de Gobierno se extendió por una hora. Analizaron la marcha de la industria, en donde el Gobierno destacó los “brotes verdes” derivados del sector de la construcción, a pesar de que el índice general registró en abril la quinceava caída consecutiva. La cúpula de la UIA considera que “la recuperación es heterogénea, hay algunos sectores que empezaron a mejorar y otros que no”.

El Gobierno busca instalar que una de las razones por la cual la industria no arranca es la competitividad y que en el centro de ese problema está la “industria del juicio”. Los dirigentes de la UIA se quejaron por las alícuotas que las Aseguradoras del Riesgo del Trabajo (ART) siguen cobrando a las empresas a pesar de la ley sancionada a comienzos de este año que limita el acceso a la Justicia laboral para los trabajadores. Reclamaron que las provincias se adhieran al nuevo régimen y que los jueces del trabajo no decreten compensaciones al trabajador por encima de ley. Fue miel para Macri, quien días atrás dijo que “hay que enfrentar a la mafia de los juicios laborales, que destruye la generación de empleo. Hay un grupo de abogados encabezados por Recalde –Héctor, diputado nacional por el FpV– que ha hecho mucho daño a la Argentina”.

El otro gran tema en danza fue la rebaja de impuestos para las empresas. Los dirigentes de la UIA piden eliminar el impuesto al cheque, derogar el impuesto a la ganancia mínima presunta, reemplazar el impuesto sobre los ingresos brutos y reducir al 30 por ciento la alícuota del impuesto a las Ganancias. El Gobierno quiere avanzar en la línea de la rebaja tributaria, aunque la idea es hacerlo gradualmente para no ampliar la brecha fiscal. “El Gobierno tiene el objetivo de reducción de déficit también con uno adicional de reducción de la presión impositiva”, dijo Dujovne.