“Yo pienso que los objetos sufren alteraciones a través del tiempo. Y esas alteraciones tienen un ápice. Un punto de mayor belleza. En general un material industrial tiene ese ápice al inicio e indefectiblemente sufre la decrepitud. En el caso de los materiales nobles, esa curva de belleza se supera varias veces a través del tiempo. Es el tiempo el que vuelve a los objetos artesanales más bellos. Y es probable, tal como pasa con las personas, que tengan muchos momentos de belleza extrema”, arranca el artesano y poeta salteño Humberto Juárez de la Cámara, virtuoso especialista en malear metales.
Pudimos conocerlo gracias a una conjunción de voluntades que nos llevaron la semana pasada hasta una ciudad de Salta que empieza a vibrar en clave diseño. La invitación al Festival de Ideas organizado por la Dirección de Innovación Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación fue para crear un espacio de intercambio abierto y colaborativo, debatir e imaginar soluciones para poner en valor el antiguo Matadero de la ciudad, sede además del Centro Cultural Dino Saluzzi y la Escuela de Artes y Oficios, reconvertido ahora en Casa del Bicentenario. Junto a la colaboración del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) quien a través de su directora Claudia Lamas y la diseñadora Tania Ortiz, nos pusieron en contacto con algunos de los protagonistas de la escena que empieza a forjarse. Esto en parte porque recién ahora comienza a haber egresados de la carrera de diseño industrial que luego de recibirse en Córdoba regresan a su ciudad natal, donde toman contacto con artistas y artesanos, para generar producciones bien interesantes con técnicas y materiales del lugar.
La diseñadora industrial Daniela Scalerandi, egresada de la Universidad Nacional de Córdoba, radicada hace años en Salta y pionera en producción de muebles con sello del lugar, llama “diseño entreverado” a una de sus recientes poltronas. Ese fue el disparador para ella y eso define casi toda la producción del lugar, que hibrida diseño con arte y artesanía. “Mi silla es resultado de mezclas o fusiones, entre la artesanía patente en el trabajo del tiento cortado a cuchillo y el acero inoxidable, un material industrial. La innovación que tiene este producto es la combinación de los materiales, entre el acero inoxidable con forja en frío del herrero y el tiento vacuno cortado a cuchillo del soguero, logrando una convivencia de dos técnicas artesanales que no compiten entre ellas sino que se fusionan en un todo”, señala.
En el caso de Humberto, sus cruces son a la inversa: él llega de la artesanía al diseño. Tercera generación de orfebres, explica que luego de una vida dedicada a malear metales, hoy está abocado al lanzamiento de una nueva línea de utensilios netamente gastronómica en cobre con bellísimas ollas, cuencos, cucharas y cucharones, ideada para las necesidades materiales e inmateriales contemporáneas. “Históricamente el cobre ha sido utilizado para fabricar todo tipo de utensilios de cocina dada su alta conductividad térmica, óptimas características de anti-adherencia, propiedades antibacterianas y resistencia a la corrosión. Nosotros encontramos en este material un hermoso representante de nuestros valores que combinado con madera de nuestra región nos ofrecen enormes posibilidades” detalla. “No trabajo con soldaduras sino con remaches. Mi lucha siempre es tratar de sacar un producto clásico, atemporal, que no sabes si lo hizo tu abuelo o lo va a hacer tu hijo, si fue heredado o lo compraste hace poquito”, remata.
Del lado del arte, la tucumana radicada en Salta hace años, Paula Casalderrey, es una de las gestoras para proyectos propios y ajenas, más inquieta. Sobre todo desde la fundación del estudio y galería FEO, iniciativa que nuclea el trabajo, sobre todo utilitarios de artistas, de muchos proyectistas del noroeste argentino.
“El principal objetivo de FEO es conjugar arte y diseño, dando valor agregado a cada proyecto con la peculiar identidad que lo caracteriza. Creando belleza sin renunciar a la funcionalidad, FEO diseña extraños objetos, únicos e irrepetibles. Obras de arte utilitarias, con una peculiar identidad andina”, aclara. De su autoría son bellas mesas que dan cuenta de una manera absolutamente contemporánea de los característicos cerros salteños, exquisitas bufandas de lana con apliques diversos que las hacen oficiar también de joyas y originales ponchos, entre otros. Otro partícipe de FEO es el diseñador y artista Ismael Gudiño, que aplica su obra en relojes y accesorios.
La ingeniera Patricia Piccardo es otra de las que viene empujando el diseño en la región a través de su firma Maloca Textiles, que diseña y confecciona abrigos y bolsos de fibras camélidas de manera sustentable. “La idea de realizar un proyecto propio nace en 2006, trabajando aún en la Administración de Parques Nacionales, ejerciendo como técnica mi profesión de Ingeniera en Recursos Naturales y Medio Ambiente, en ese momento en la Puna Jujeña. A principios de ese año empecé a estudiar diseño de moda e indumentaria y a fines de noviembre de 2010 lancé Maloca, donde se conjugan mis pasiones. Nuestra misión es, por medio de la innovación, reconstrucción y re-significación de productos textiles saludables y responsables comunicar nuestro sistema de valores como seres de la tierra y promotores de la cultura viva. La fortaleza es la genuinidad del proceso (desde lo productivo). Trabajamos en base al comercio justo con cooperativas pastoras de ovejas y llamas de la Puna. Utilizamos recursos locales y los re-significamos en nuestros productos desde una mirada contemporánea que envuelve todos los valores ancestrales, vinculando sociedades rurales con las urbanas en una relación que beneficie a ambas”.
“Trabajamos con picotes, barracanes y espigados realizados con de lana de oveja y fibra camélida de llama y alpaca. El teñido de lana se realiza mayormente con tinturas naturales como yerba mate, cebolla, chilca, remolacha, y anilinas de origen artificial. Los textiles manifiestan la esencia de las comunidades pastoras que viven de la ganadería mixta (llamas y ovejas) en lugares donde es casi imposible otra forma de vida. El pastoreo de los animales es libre, se realiza en grandes extensiones y requiere de un gran conocimiento por parte de sus pastores que diariamente los guían hacia ojos de agua naturales y hacia forrajes más tiernos y nutritivos. Parte del hilado se realiza durante estas caminatas. El tejido es una de las formas de agregar valor a un producto totalmente sustentable y que a través de su comercialización justa pueda favorecer el vivir bien de comunidades rurales de la puna. Este paso es muy difícil en el norte argentino ya que mucha de la lana producida localmente se vende bruta o en algunos casos hilada para tejerse en otros lugares como Buenos Aires, La Patagonia o Catamarca”, relata.
Por el mismo camino de revitalizar lo propio, otro egresado de diseño industrial de Córdoba, Matías Vinograd, volvió a trabajar en su Salta natal para desarrollar sus proyectos personales como su línea de sillones Sushi y para otros ya que en la actualidad trabaja, además, en el estudio del reconocido Francisco Gómez Paz. “Empecé reciclando neumáticos. Pero durante estos años mi emprendimiento fue mutando, transitando el empleo de diversas técnicas de tapizado (cuero, sublimado, serigrafía, colaboraciones con otros artistas) hasta llegar a puerto este año con el empleo del fieltro (técnica de tejido ancestral sin agujas). De esta manera el proyecto logró diferenciarse y evitar las copias, ya que ningún sillón termina siendo exactamente igual a otro y la paleta de colores es infinita. Realizados con vellón de lana de oveja y llama de una increíble especialista en fieltro de la zona”, detalla.
Gimena Moya, esposa de Gómez Paz, el diseñador salteño con mayor alcance internacional, acaba de lanzar su línea de accesorios en tela con estampas propias inspiradas en temática del lugar apodada Mumilu. Moya estudió diseño gráfico en Córdoba y en Milán y ahora apuesta a esta colección de objetos e ilustraciones en papel calado y serigrafía.
Por último, otra diseñadora y artista, además de gran gestora de la zona desde hace más de diez años, la licenciada Susana Rocha, encanta con una reversión de llamas y cactus en cerámica, que ofrece desde su galería de Arte Nativa, espacio de su propia creación orientado a la curaduría de arte y al montaje de eventos de diseño. Bella operación la que hizo Susana al sumarle a la llama las virtudes talismánicas del Ekeko norteño en una pieza que auspicia los mejores augurios a quien la posea.