Ausencia presente

Es una falacia afirmar que Estado y Mercado Capitalista son incompatibles.

Plantear que la desregulación que hace posible el crecimiento del desempleo, los permanentes aumentos de tarifas en servicios esenciales como agua, luz eléctrica y gas son consecuencia de una ausencia del Estado no se corresponde con la realidad. Por el contrario, es la omnipresencia estatal la que garantiza que se continúe esquilmando a la población.

¿De qué manera? Dando vía libre a esas maniobras expoliatorias, brindando anuencia a las corporaciones que controlan nuestras vidas y frente a las cuales resulta muy difícil defenderse de modo individual.

Ya en 1978, Michel Foucault en una de sus notables intervenciones en la Universidad de Vincennes titulada Nuevo orden y control, explico que la "retirada del Estado Providencia" era irreversible y que advenían tiempos en los que la población sería persuadida a través de los medios de comunicación de que la era de la escasez había llegado para quedarse. Es decir, que los macropoderes controlarían mediante nuevas coartadas ideológicas ahorrando sus energías y reorientándolas hacia territorios focalizados.

En efecto, toda la batería de medidas regresivas que empeoran las condiciones de vida de las mayorías van dirección a mantener los privilegios para una elite. En tanto, la mayoría de las personas debe autorregularse, consumir menos gas aunque el frío castigue en la temporada invernal, reducir el uso del agua potable aun si es indispensable, etc.

En una sociedad en la que el doble mensaje es la regla cotidiana los contrasentidos son frecuentes y los eufemismos se multiplican de manera exponencial.

Carlos A. Solero

[email protected]