En el Florencio Sola había mucho más que tres puntos en juego, y el partido entre Banfield y Central tomó rápidamente temperatura por un fallo injusto del árbitro Darío Herrera. Los de Julio Falcioni necesitaban ganar para acercarse a su objetivo de clasificar a la Libertadores y, de paso, seguir cerca de Boca en la pelea por el título. Los de Paolo Montero buscaban un triunfo para mantener su lugar entre los que se meten en la Copa Sudamericana.
Cuando no había pasado casi nada en el partido, Herrera le sacó la roja a Javier Pinola. El defensor de Central cubría la pelota ante Brian Sarmiento y le apoyó la mano izquierda en el pecho. El jugador de Banfield exageró y el árbitro se comió la actuación, pensó que había existido una agresión (un codazo) y expulsó al defensor. Todo cambió.
Enseguida, Carrizo, le pegó desde atrás a Sperduti. Mereció más que una amarilla, pero el clima estaba enrarecido. Cinco minutos después de la roja a Pinola, Banfield abrió el marcador con una jugada que generó dudas. Cecchini peleó una pelota en el área, Musto se la llevó y Sperduti se la robó en el área para definir de media vuelta y clavar el 1-0. La visita reclamó una falta sobre el volante que no existió.
En el comienzo de segundo tiempo, cuando apenas habían pasado tres minutos, Carrizo aprovechó un error de Civelli, que rechazó muy corto, y sorprendió con un derechazo cruzado para ubicar la pelota en el palo más lejano de Navarro. El fastidio de Falcioni era muy grande con Civelli, por ese error que le terminó costando el empate.
Pero el equipo local reaccionó rápido, y Sarmiento marcó el segundo gol cuatro minutos más tarde. El volante ejecutó con categoría un tiro libre y ubicó la pelota bien cerca del palo derecho de Rodríguez. En el descuento, Cvitanich coronó la gran noche local con el tercer gol a través de la ejecución de un penal por falta de Colman.